Ayer lunes en la mañana se revisaron sondeos en Los Pinos. Los reportes confirmaron los presagios más oscuros: José Antonio Meade sigue en tercer lugar y muy lejos todavía de los 28 puntos que debería tener al inicio de la campaña en abril. El dato generó reacciones inmediatas. 

Emilio Gamboa tuvo en las primeras horas de la tarde una cita a solas con Juan Pablo Castañón, jefe del Consejo Coordinador Empresarial. El motivo: volver a insistir con la designación del fiscal general. Cada vez está más asentada la idea en el entorno presidencial de que ese cargo no puede quedar en manos de una administración distinta a la del PRI.

El coordinador de los senadores del PRI le pidió a Castañón que este allane el terreno con los senadores panistas alineados con Ricardo Anaya. El PRI puede aprobar la ley reglamentaria de la Fiscalía General pero requiere dos tercios del Senado para encumbrar al nuevo fiscal.  

Castañón, por su parte, le habría requerido a Gamboa que se hagan cambios en la Ley de Hidrocarburos que se trata en el Senado, concretamente que se limiten las enormes facultades que tendría SAT -una vez aprobada-, para investigar empresas ya sin pasar por instancia judicial, solo con la mínima sospecha de que un privado podría estar comprando huachicol.

Es muy obvio: Castañón ha escuchado insistentes pedidos de empresarios que están preocupados porque esta atribución que tendrá el SAT se utilice de modo discrecional y con la intención de pedidos irregulares. 

Tras la reunión con Gamboa, el titular del CCE se reunió con José Antonio González Anaya en la Secretaría de Hacienda. En esa cita, se habrían ultimado algunos detalles clave de esa modificación legislativa.

Castañón solo es la primera escala de varias puertas que Gamboa quiere tocar para que los senadores panista concedan votar al fiscal general en el periodo ordinario actual. Esta designación originalmente se trataría en un extraordinario pero la realidad ha cambiado en los últimos días.

El periodo extraordinario es viable de abrirse para avalar un nuevo TLCAN y luego, aprovechar la ocasión y tratar el Fiscal. Pero lo cierto es que ahora está en duda que haya nuevo TLCAN. Los aranceles que anunció la Casa Blanca dispararon el pesimismo hacia la octava ronda de negociación en Washington en el mes de abril. Si no hay acuerdo, no hay texto que votar, si no hay texto que votar, no hay extraordinaria. Sería muy difícil abrir el Senado en pleno fragor electoral para votar un asunto tan delicado.

Gamboa ha puesto sus fichas en juego aunque sobrevuela la duda en el circulo rojo de si en la conversación con Castañón se barajaron nombres. Cerca del senador dicen que no pero el perfil que propondrá el Gobierno es evidente: alguien de enorme prestigio, desligado de los partidos y en lo posible allegado a algún sector de la IP. En Los Pinos hay una lista muy corta: la elaboró el consejero jurídico Misha Granados. Y ya la vio el presidente.