Según el experto de la consultora KPGM Alejandro Ruiz, el crecimiento para el sector que se espera para el 2018 es de un 1% a un 2%. Esta proyección está en sintonÃa con el magro desempeño de la industria en los últimos cuatro años en donde el crecimiento promedio anual fue de 0,4%, muy por debajo de su potencial (4% a 5 %). En 2017 el sector creció tan solo un 1% y en 2016 apenas un 1,6%.
"Este ritmo de crecimiento no es algo a lo que la industria esté acostumbrado", resaltó el experto en dialogo con LPO.
Esto constituye un escenario grave para la economÃa en general ya que, según cifras INEGI, su participación promedio en el PBI de las actividades secundaÂrias en los últimos dos años y medio es del 22,2% y con respecto al PIB total es del 7,3%, porcentaje que no es nada desdeñable.
Según estudios realizados por el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), el motivo de este modesto desenvolvimiento se puede encontrar en los recortes a la inversión fÃsica presupuestaria registrados en 2016 (aproximadamente de un 23%), asà como en los incrementos de las tasa de interés que tienden a encarecer los créditos a la vez que deterioran la situación financiera de las empresas.
"Muchas compañÃas del sector han sufrido las consecuencias de la situación prevaleciente en él, e indirectamente por la reducción del gasto guÂbernamental derivado de la caÃda de los precios internaÂcionales del petróleo. Sus problemáticas radican en que han presentado problemas para generar suficientes flujos para hacer frente a sus compromisos, como como fue el caso de la construcción de la LÃnea 12 del Metro de la ciudad de México por parte de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA)", señaló Ricardo RodrÃguez Marcial profesor de la Facultad de EconomÃa de la Universidad Autónoma del Estado de México.
"Se ha argumentado que los motivos por los que la empresa mencionada está pasando por una severa crisis financiera se debe, principalmente, a un sobreendeudamiento en dólares, algo que también se puede ver en otras firmas del sector."
En cuanto al poco crecimiento experimentado en 2016, éste se dio, según el CEESCO, gracias a la edificación (obra privada) y a los trabajos especializados para la construcción, los cuales crecieron a un ritmo del 4,2% y 10% respectivamente durante el 2016. Las obras de ingenierÃa civil se mantuvieron en terreno negativo registrándose una caÃda del 9,4%.
Durante primer bimestre del 2017 la industria de la construcción fue impulsada por el subsector de trabajos especializados (mantenimiento y albañilerÃa) al registrar un histórico crecimiento (nunca antes visto) del 27,8%. Por su parte, las obras de edificación tuvieron un débil desempeño del 1,2%.
Las causas posibles de un futuro estancamiento
Tanto la caÃda en el gasto público, como los aumentos de la tasa de interés han reducido las expectativas de crecimiento para éste año. A lo anterior habrÃa que adicionar el incierto panorama externo el cual debe su incertidumbre a las polÃticas proteccionistas de Trump, dentro de las cuales se destacan los recientemente anunciados aranceles al acero y el aluminio.
Precisamente Ruiz, resaltó que se debe seguir muy atentamente a los cambios en los aranceles del aluminio y el acero que el gobierno de Trump aplicarÃa ya que dicha medida tendrÃa un impacto directo sobre el sector.
Según datos publicados por CEESCO, el sector de la construcción es uno de los principales clientes de la industria del acero, consumiendo el 25% de la producción. Por ello, un aumento de los precios incrementarÃa los costos, sobre todo para las empresas pequeñas y las de autoproducción que, a diferencia de las grandes, no pueden negociar precios y/o utilizar herramientas de cobertura. Por supuesto, aún no se ha confirmado si México será afectado por el arancel pero, teniendo en cuenta la naturaleza errática de la polÃtica comercial de Trump, el paÃs debe prepararse para lo imprevisto.
El impacto sobre el empleo
Según estimaciones, de ocurrir una contracción de la actividad en la construcción se prevé una reducción de 40 mil puestos de trabajo.
"Es importante que exista un gasto constante en infraestructura y que los proyectos en marcha no se dilaten demasiado ya que, de suceder esto, podrÃan terminar por cancelarse. Esto serÃa particularmente grave teniendo en cuenta el impacto que tiene el sector sobre el empleo al tratarse de un segmento mano de obra intensivo", señaló Ruiz.
Según datos del CEESCO, para el 2017 el sector habÃa generado 6 milloÂnes de puestos de trabajo directos y 2,9 millones puestos indirectos. Impacta a 63 de las 79 ramas productivas y por su efecto multiplicador, de cada 100 pesos que se destinan a la construcción, 43 se emplean para la compra de servicios y materiales de su cadena productiva.
A pesar del magro desempeño del sector en los últimos años, el empleo en dicha industria aún mantiene un crecimiento modesto. De acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante febrero de 2017 el empleo formal generado por el sector de la construcción presentó un crecimiento de 2,9% con relación al mismo mes de 2015. A su vez, durante el mismo perÃodo, el empleo registrado al IMSS por parte de la industria creció un 3,2% con relación al año 2015 (es decir que se crearon 46 mil 870 nuevos empleos formales).
En cuanto a las diferencias regionales en el sector, Ruiz destacó que en el sur del paÃs es donde esta actividad más ha sido afectada incluso habiéndose registrado un decrecimiento en la actividad del segmento para la mayorÃa de los Estados de dicha región.
Durante el primer bimestre de 2017, el Valor de la Producción de las Empresas constructoras a nivel nacional registró un retroceso de un 2,2%, con relación al mismo perÃodo de 2016. En lo relativo al comportamiento por entidad federativa, en los dos primeros meses de 2017 el 60% de las entidades federativas registraron cifras negativas en su actividad constructiva: 14 entidades mostraron crecimiento, mientras otras 18 presentaron un comportamiento negativo.
Según datos del INEGI, las entidades en las que el sector de la construcción registró su peor desempeño en cuanto a caÃda del valor de la producción durante el 2016 fueron Tlaxcala (-65,7%) Tabasco (-59,8%) Campeche (-54,9%) Hidalgo (-49,8%) Oaxaca (-41,3%) Guerrero (-36,8%). Por contraste Morelos fue la entidad en donde el sector de la construcción más ha crecido, registrándose un aumento del 146,2%.
Perspectivas para el 2018
El subsector de obras de ingenierÃa civil, mayoritariamente promovidas por el sector público, registraron su onceava caÃda mensual consecutiva del 14,9%, acumulando un descenso del 13% en los dos primeros meses de 2017, contra el mismo perÃodo en 2016. La disminución en los recursos asignados para el desarrollo de infraestructura ha sido el responsable de esta tendencia.
En cuanto al subsector de edificación, éste registró una disminución del 1% en enero de 2017 sin embargo, en febrero, el subsector registró nuevamente un incremento de 3,5%.
Según expertos consultados, este subsector depende de la estabilidad cambiaria y de los flujos de inversión extranjera hacia el sector industrial mexicano, principalmente al sector manufacturero (construcción de fábricas, almacenes, parques industriales, infraestructura industrial). Para el caso de edificios industriales, comerciales y de servicios, estos fueron impulsados principalmente por la inversión nacional y extranjera en el sector automotriz, telecomunicaciones, generación de energÃa y por el crecimiento de las fibras inmobiliarias.
Par el caso de viviendas el factor dinamizador fueron las aportaciones federales para entidades federativas y municipios direccionadas para el desarrollo de obras para el mejoramiento urbano en distintas ciudades.
Dada la incertidumbre cambiara producto de las negociaciones del TLCAN y las elecciones presidenciales, se espera que estos subsectores sean afectados negativamente en 2018. A su vez, la inversión extranjera podrÃa verse perjudicada por la polÃtica comercial y fiscal de los Estados Unidos. Por el lado de la inversión pública y privada nacional también se espera un estancamiento de los proyectos de infraestructura. En este sentido, se espera que la inversión en el sector mantenga la tendencia negativa registrada en enero de 2017 donde se reportó una disminución del 3,3% con relación al mismo mes de 2016.
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