Fue una de las primeras reacciones en el War Room morenista tras los acontecimientos de hoy viernes en el INE: analizar los efectos que tendrÃa sumar a una figura como Jaime RodrÃguez Calderón al armado de AMLO. El objetivo serÃa doble: aprovechar el carisma del gobernador con licencia y terminar de volcar su discurso contra el PRI pero al mismo tiempo utilizar su caso para reforzar una idea que López Obrador ya deslizó en la convención de banqueros: que el INE no es confiable y que puede haber fraude.
Cerca de Alfonso Romo creen que el testimonio del Bronco serÃa de valor para poner en tela de juicio la capacidad del INE de ser el árbitro de la elección y de ese modo instalar desde el inicio de la campaña que puede haber fraude. A esta tesis suscribirÃa otra de as figuras propuestas al gabinete como Miguel Torruco, consuegro de Carlos Slim quien tiene buena llegada al Bronco.
No faltan en Morena quienes dicen que el Bronco ha tenido duros dichos para con AMLO. Pero al mismo tiempo recuerda que toda la precampaña del gobernador fue más anti PRI que anti Morena y que en una incursión a Televisa el Bronco dijo que podÃa apoyar al tabasqueño si este renunciaba a sus prerrogativas como titular de un partido polÃtico.
Asumen además que serÃa una salida viable para el Bronco: se sumarÃa durante unos meses a la campaña y lego volverÃa como gobernador a Nuevo León pero ya con el respaldo de un candidato presidencial que lidera en todos los sondeos, incluso en la entidad norteña, donde López Obrador rivaliza en las preferencias con Ricardo Anaya.
La segunda reacción de lo ocurrido hoy viernes debe encontrarse en Los Pinos. Allà el cálculo original era que la candidatura del gobernador era positiva porque podÃa restarle votos a AMLO. Sin embargo la última semana encuentra dos visiones que confrontan: por un lado aquellos que le dicen al presidente que la campaña del Bronco nunca despegó lo necesario y que, ante el riesgo de que decline por Morena, es preferible dejar al aspirante fuera de la carrera.
La segunda tesis, que es de la que se habrÃa manifestado más cerca del propio Enrique Peña Nieto, es que el Bronco no tuvo las mismas chances que los partidos y que su campaña nunca se llegó a iniciar formalmente. Igual que con Meade, el mandatario cree que la campaña del Bronco nunca comenzó y que todavÃa cualquier análisis es prematuro.
En el Gobierno sigue la idea de que llegado un punto de la campaña, Meade podrÃa buscar que tanto el Bronco como Margarita Zavala terminaran de declinar por su candidato sin partido.
