Uno de los principales abogados de Donald Trump acaba de renunciar. Se trata de John Down, quien a diferencia de Ty Cobb adoptó una estrategia de confrontar y atacar al investigador especial Robert S. Muelle II, a pesar de que el plan de la defensa del presidente desde hace meses ha sido colaborar con el investigador y convencer a Trump de que pronto será exonerado de todo lo que se le acusa.

El pasado fin de semana Dowd provocó preocupación y titulares cuando declaró que la investigación Mueller debía ser cerrada: "Rezo porque el Fiscal General Interino Rosenstein [sic.] siga el brillante y valiente ejemplo de la Oficina de Responsabilidad Profesional del FBI y del Fiscal General Jeff Sessions y ponga fin a la investigación de supuesta colusión con Rusia fabricada por el jefe de [Andrew] McCabe James Comey y basada en un fraudulento y corrupto dossier".

Se sabe que Cobb y Dowd habían tenido desacuerdos respecto a la manera en que debía abordarse a Mueller, quien es un republicano de intachable trayectoria que estuvo al frente del FBI durante más de una década entre las presidencias de W. Bush y Obama.

El día anterior Sessions despidió a McCabe, quien fuera subdirector del FBI, a 28 horas de que calificara para una jubilación completa. McCabe recibió numerosos ataques públicos de Trump y salió del buró acusado de manejar mal la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton en 2016.

"John Dowd ha sido un valioso miembro de nuestro equipo legal y vamos a continuar nuestra cooperación con la oficina del investigador especial respecto a este caso", declaró en un comunicado Jay Sekulow, otro de los abogados del presidente.

En este momento el equipo de Mueller y los abogados de Trump negocian una posible entrevista entre ambos personajes. Dowd era quien comandaba dichas negociaciones. A los defensores del presidente les preocupa que Trump cometa perjurio durante su entrevista con el investigador especial, por lo que es posible que la entrevista ocurra únicamente por escrito.