Más allá de los números específicos de cada encuesta, ni siquiera en el Frente niegan que la fuerte campaña que desató el PRI en contra de Ricardo Anaya -con el apoyo de la PGR y la estructura del Gobierno, según acusan- generó un fuerte frenazo al sostenido crecimiento que venía teniendo el queretano.

La última encuesta de El Financiero puso a Anaya en tercer lugar, acaso por primera vez una encuesta de esa envergadura ubica a José Antonio Meade como escolta de AMLO. Como sea, el panista perdió la iniciativa política y tuvo que dedicar mucho tiempo valioso a defenderse de las acusaciones.

Desde Guadalajara, donde viajó para asistir al Congreso Mexicano de la Industria de la Construcción, Anaya reforzó su discurso en favor de los empresarios, una manera de diferenciarse de candidato de Morena, que llamativamente en las últimas semanas retomó un discurso más radical y áspera hacia la IP.

En su intervención, Anaya se deshizo en elogios hacia los empresarios que invierten en México y aseguró que uno de las metas de su eventual gobierno será incrementar la inversión -sobre todo para infraestructura- que actualmente representa el 21% del PIB y se busca llegar al 25%.

Pero el contraste más grande fue en torno al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Anaya fue muy duro con López Obrador: "Me parece un absoluto disparate la idea de dar marcha atrás a la construcción del aeropuerto, es una obra que ya está en proceso. Cancelar esa obra implicaría tirar mucho dinero de las y los mexicanos que se han invertido en esa obra".

Sus palabras generaron un fuerte aplauso de los empresarios presentes. Sin embargo, en el equipo del Frente existe un enorme dilema. Por un lado, marcar distancia de AMLO es casi inevitable: hay que establecer diferencia.

Pero, por otra parte, alejarse del discurso de fuerte tono opositor y anti-sistema que había elegido en el primer tramo de la precampaña, podría vincularlo de alguna manera al oficialismo. Justo cuando José Antonio Meade parece haberse acercado en la pelea.

Ese escenario hizo que Anaya comience a ensayar un discurso de centro, que no siempre es la más fácil de comprender para el electorado. "Por un lado está el candidato del PRI que simplemente quiere que esa obra continúe en la opacidad con corrupción y en el otro extremo AMLO que lo que quiere es cancelar la obra. Mi posición es sí al aeropuerto, que tendrá progreso al país, pero con una revisión de los contratos para garantizar que estén ajustados a los más altos estándares de transparencia a nivel internacional", expresó.