Los ajustes siguen sin tener fin para Biva, la nueva Bolsa de Valores que fue presentada por el Gobierno mexicano desde agosto del año pasado y que por tercera vez es aplazado el inicio de operaciones. Ahora las autoridades permiten que pueda arrancar hasta el 23 de julio.

Cuando en agosto fue presentada por el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, se habló primero de que debería entrar en operación en diciembre, luego en enero. Sin embargo, el plazo terminó y Santiago Urguza, presidente de este organismo bursátil, afirmó que marzo sería la fecha definitiva.

Lo cierto es que de acuerdo con una publicación del diario El Financiero, revela que el problema radica en la falta de capacidad para conectar a las 36 casas de bolsa que operan en el país. De acuerdo con el mismo Urguza, en febrero llevaban conectado a penas a 15 y para el cierre de este mes esperaban concluir con el resto.

Ahora, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) dio a las casas de bolsa la posibilidad de concretar directa o indirectamente operaciones con valores negociados en los mercados de valores a más tardar el 23 de julio.

De este modo, las casas de bolsa puedan cumplir con sus obligaciones por el inicio de operaciones de la segunda bolsa de valores, así como para que cumplan con la entrega de información en ejercicios de estrés y la presentación de resultados de dichos ejercicios.

En este nuevo calendario también se establece que a más tardar el próximo 23 de abril deberán estar listos los contratos de prestación de servicios entre las casas de bolsa y las bolsas, y que para esa fecha, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tendría que aprobar los manuales del sistema de recepción y asignación de operaciones.

Desde el anuncio de este nuevo centro bursátil generó gran controversia en el mercado, como expuso LPO, principalmente bajo la duda de cuántas emisoras lograría atraer. Los banqueros tenían un escenario pesimista y hablaban de falta de interés y desde hace un año, el proyecto lucía desinflado.