Durante la entrega del Informe Anual de Actividades 2017 del titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que "juntos, sociedad y Gobierno, avanzamos hacia un México donde impere la ley y se haga justicia para que cada ciudadano ejerza con plenitud sus derechos fundamentales".

"Aunque en ocasiones haya diferencias y opiniones distintas, el Estado mexicano en su conjunto debe valorar estas contribuciones y continuar abriendo espacios para la activa participación de la sociedad civil", explicó el presidente Peña Nieto en el Salón "Adolfo López Mateos" de la Residencia Oficial de Los Pinos.

En el mismo tenor, el jefe del Ejecutivo federal aseveró que desde el inicio de su administración, el Gobierno ha demostrado su absoluta disposición para recibir, aceptar y dar cumplimiento a las observaciones que ha realizado la CNDH.

Tanto así, añadió Peña, que en su presidencia se ha fortalecido el régimen jurídico de derechos humanos a través de leyes generales de Víctimas para Prevenir y Sancionar la Tortura, la de Desaparición Forzada de Personas y la de Protección a Niños y Adolescentes. "Estableciendo nuevos ordenamientos que atienden retos históricos de nuestra sociedad" para fijar "las mismas reglas para los juicios penales en todo el país" y se asegure que "toda persona sea tratada como inocente hasta que no se le sentencie como culpable".

Contrario al optimismo del jefe de estado mexicano, Luis Raúl González señaló que en 2017 se registró un aumento de 117% de las quejas emitidas contra la PGR y a la Comisión Nacional de Seguridad por violaciones a los derechos humanos, en comparación con 2016. "México no ha experimentado un cambio significativo y objetivo hacia un mayor respeto y vigencia de los derechos humanos", sentenció el ombudsman nacional.

Sin embargo, Peña insistió en que la protección de los derechos humanos en México ha estado basada en tres "pilares" institucionales, los cuales han permitido obtener "avances". Además del marco jurídico, el presidente explicó que "paralelamente" se ha avanzado en el "desarrollo de instituciones sólidas" (como el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio) y por último, aseguró que se ha garantizado una "plena observancia" de los derechos humanos en "los distintos ámbitos de la vida diaria".

El balance sexenal en materia de derechos humanos "no es favorable", replicó pesimista González Pérez. "Tampoco se ha logrado fortalecer sustantivamente nuestro estado democrático de derecho, ni se ha modificado positivamente el entorno que, cuando se inició su mandato, ya enfrentaban de manera cotidiana millones de mexicanas y mexicanos, caracterizado por los binomios inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, desigualdad y pobreza", concluyó.