Las actuales posibilidades de triunfo de Andrés Manuel López Obrador, y con ello el regreso de Napoleón Gómez Urrutia, pone en jaque los planes próximos de inversión de Grupo México. Sus directivos ahora apuntan por tomar cautela pues de ganar Morena en julio, advierten fuertes riesgos para sus negocios.

En febrero, la empresa que preside Germán Larrea anunció para este año una inversión por 6,522 millones de pesos, en manos de GMexicoTx, su filial de transporte ferroviario, para concluir libramientos, ampliar su red en 24 estados y potenciar su reciente compra de Florida East Coast Railway.

El anuncio de este proyecto, el más fuerte para 2018 en materia de transporte por parte de GMéxico, se dio casi a la par en que se daba a conocer el interés por parte del candidato presidencial de Morena de traer al ex líder minero Napoleón Gómez, asuntó que conforme tomó fuerzas, tuvo peso en las decisiones de los directivos de la firma minera. 

Fuentes cercanas a la empresa, explicaron a LPO que con el incremento de las posibilidades de triunfo del político tabasqueño y que traería en consecuencia el regreso de Gómez Urrutia, los directivos analizan congelar estos proyectos, pues son conscientes de que éste, así como sus negocios mineros, podrían estar en riesgo en un eventual gobierno de Morena.

Aunque los efectos del desembarco de Napoleón ya los ha sentido la empresa de la familia Larrea, pues como relató esta redacción, también sufrió un retraso el plan de realizar una oferta pública inicial de su principal filial, Americas Mining Corporation (AMC) - dedicada a la exploración y explotación de minerales-, calculada para el primer semestre del año.

El gran temor de Larrea Mota es que el sindicalista llegue a México y comience a favorecer a las empresas mineras canadienses, país donde vive desde hace años y donde tiene fuertes contactos empresarios, y al mismo tiempo perjudique a su empresa.  

El ex dirigente minero, que ahora radica en Canadá, fue propuesto por Morena como pluri en el Senado, lo que generó una fuerte controversia, tanto al interior del partido, como en la opinión pública, pues el regiomontano es una figura que divide opiniones.

La estrategia del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México fue la de atraer al sector minero, aunque en ellos existe una clara división, entre los que lo apoyan y los que se oponen férreamente a él y lo acusan de un fraude por 55 millones de dólares, un escándalo en el que estuvo involucrada la familia Larrea.

Quienes consideran a "Napo" como inocente y apoyan la teoría de persecución política, aseguran que el presidente de GMéxico, Germán Larrea, está detrás de una campaña de desprestigio contra el ahora candidato a la Cámara Alta.