Fue sin dudas uno de los puntos más débiles de la campaña de Enrique Peña Nieto en 2012. El hombre que encabezaba las encuestas, que encolumnaba a líderes de otros partidos y que encandilaba a mujeres como una estrella de cine, se veía acorralado por un grupo de jóvenes que repudiaban su decisión de utilizar la fuerza -de modo excesivo y con violación a los DDHH- en Atenco.

El histórico repudio que vivió EPN en la Universidad Iberoamericana se convirtió en un ejemplo de la exposición que tienen los políticos en esta nueva etapa de comunicación digital. Ni todas las entrevistas en el prime time pudieron desvirtuar lo que allí había ocurrido. O aun peor: acaso lo hayan azuzado.

Hay que recordar que el entonces dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y líderes del Verde, como el senador Arturo Escobar, intentaron minimizar el incidente. "Es un puñado de jóvenes que no son representativos de la comunidad de la Ibero", dijo uno. "No pasaban de 20 personas. Y la mayoría de los que abanderaron esta parte final del acto no son estudiantes de la Ibero. La información que se nos da al final es que grupos cercanos a Andrés Manuel López Obrador", dijo el otro.

Esa teoría la manejaba el propio Luis Videgaray, quien se había cruzado en los pasillos de la Ibero con Agustín Basave, un ex priista con ideas progresistas y ligadas a la izquierda. Nadie le quitó esa idea de la cabeza al hombre fuerte de EPN, el cual intentó por todos los medios bloquear el ascenso de Basave como dirigente del Sol Azteca y luego con sus alianzas con el blanquiazul, anticipó que lo que sería el Frente. 

Al día siguiente, un video de YouTube se viralizaba con 131 estudiantes dando su nombre y su número de matrícula de la Ibero, en una demostración de que en la protesta sí tenían nombres y rostros. Así nació el famoso movimiento #YoSoy132, que incomodó el resto de la campaña al PRI.

Con este antecedente, la semana pasada el war room de Andrés Manuel López Obrador recibió la invitación del ITAM para asistir a una plática con estudiantes. El mismo ejercicio, por supuesto, se repetiría con José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Margarita Zavala. Los otros tres postulantes aceptaron inmediatamente.

Hay que recordar que el ITAM es, desde hace algunos años, la cuna de los tecnócratas que fueron dominando la escena económica del país. El propio Meade, Luis Videgaray y Ernesto Cordero son algunos de los íconos de este avance.

En el equipo de AMLO creen que podría tratarse de una trampa justo cuando se acerca el primer debate oficial y obligatorio. "Quiere que allí se de el primer tropiezo", explicó una fuente del búnker de Morena a LPO, y agregó: "No tienen con qué atacarnos y están preparando algo, por eso Vanessa Rubio saca ese video para enrarecer el ambiente".

Efectivamente, Rubio compartió en sus redes un video en donde López Obrador culpaba a los egresados del ITAM de ser "responsables de la tragedia nacional, de la caída de la economía. Han dañado mucho al pueblo y al país". El líder de Morena iba más allá: "Por lo general, son malos técnicos que se creen científicos. Lo más lamentable es que son corruptos".  

Con semejante difusión, no sería descabellado que algún alumno le hiciera algún reclamo. Pero entre los asesores recuerdan otro antecedente: Gabriela Cuevas y Zoé Robledo habían sido invitados a un evento similar para hablar de sus experiencias legislativas y terminaron con señalamientos de parte de Denise Dresser, moderadora del acto y vinculada al Frente de Ricardo Anaya.

En las próximas horas, el búnker exigiría condiciones de seguridad para el candidato.