La Casa Blanca ya confirmó que se desplegarán entre 2 mil a 4 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera entre Estados Unidos y México, como parte de la Orden Ejecutiva de Donald Trump. Esta noticia ocurre a menos de 24 horas de que el presidente Enrique Peña Nieto levantara el tono de sus palabras contra su homólogo norteamericano.

"Presidente Trump, si usted quiere llegar a acuerdos con México estamos listos", declaró ayer el mandatario mexicano en un mensaje a la nación. Pero "si sus recientes declaraciones derivan en una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos [a funcionarios estadounidenses] no a los mexicanos". 

El discurso no pasó desapercibido para ninguno de los actores políticos que hoy dominan la vida política del país, y quienes -en un hecho inédito- respaldaron el anuncio presidencial. Lo mismo José Antonio Meade y Margarita Zavala que los opositores Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, de quienes por cierto el presidente citó algunas palabras.

"Sentí alegría cuando lo escuché", confesó Ruth Zavaleta a LPO."En el Círculo Rojo del presidente hemos sido prudentes al recomendar no caer en provocaciones, sin embargo consideró que esta vez fue acertado contestar y adecuado el modo en que se hizo".

Sentí alegría. No creo que a partir de ahora debamos estar contestando a todo, pero aun así el mensaje fue oportuno, no oportunista.

La prensa nacional e internacional (particularmente la norteamericana) destacó el acierto de Los Pinos al enviar una respuesta al gobierno de Estados Unidos. Por ejemplo, Los Angeles Times insistió en la "enérgica" crítica de Peña Nieto a Trump, mientras que The Washington Post dedicó el adjetivo de "notable" al discurso del presidente.

"No creo que a partir de ahora debamos estar contestando a todo -siguió la socióloga-, pero aun así el mensaje fue oportuno, no oportunista". Para el maestro Luis Huacuja, por el contrario, la réplica tardó en llegar, pues pudo pronunciarse desde que el republicano fue candidato presidencial y hacerse a través de los mecanismos diplomáticos.

"Siempre es el momento apropiado para hacer lo correcto, dijo Martin Luther King. Ya no hay que arrepentirse por lo que no se hizo pero debió hacerse y de otro modo. Aunque debo señalar que no deja de ser sólo un mensaje, y que a pesar de que nombra a Trump, el mensaje no es para él, sino para los mexicanos", compartió el abogado, quien además hizo hincapié que el video del titular del Ejecutivo coincide con que "Luis Videgaray no está en México".  

En el mismo tenor, Huacuja Acevedo desestimó la amenaza militar al recordar que en el 2006 y el 2008 el ex presidente George W. Bush, y también en 2010 con Barack Obama, la Guardia Nacional fue desplegada por aproximadamente un año.

Y como Zavaleta Salgado, Huacuja no encontró relevancia en la frase de John F. Kennedy que el presidente elegantemente parafraseó: "We should never negotiate out of fear, but never fear to negotiate".

Es una forma de mostrar los colmillos. Tratando de sonreírle al tigre, de decirle que también podemos contestar, defendernos, ser atrevidos, citar de ser necesario a sus hombres célebres.

"Es una forma de mostrar los colmillos", añadió Yael Pineda sobre la cita de JFK. "Tratando de sonreírle al tigre, de decirle que también podemos contestar, defendernos, ser atrevidos, citar de ser necesario a sus hombres célebres, porque sí los conocemos".

Igualmente, el internacionalista de la UNAM vio en la grabación de Peña Nieto una "acción preventiva de una diplomacia noble que llegó demasido tarde, por eso no surtirá mayor efecto". Aunque, añadió, podría entenderse -con la petición del Senado inclusive- que los militares en la frontera son un claro indicio de que el Departamento de la Defensa desea encargarse de la migración ilegal y la violencia en la frontera, "o al menos eso les están tratando de decir a su electorado supremacista, frente a la reelección".

Por último, los tres analistas coincidieron en que con esta acción la casa presidencial mexicana podría intentar influir en la agenda en el arraque de la campaña electoral, a propósito de la unidad en torno a la figura del presidente.