El cumpleaños número 70 de Carlos Salinas de Gortari el pasado fin de semana en CDMX fue un evento polÃtico de alto calibre. Enrique Peña Nieto asistió al igual que gobernadores, empresarios, jueces de la Suprema Corte, senadores y diputados y medio gabinete.
El grupo que rodeaba la conversación de Diego Fernández de Cevallos fue numeroso y allà se conocieron algunos elementos del estado de a campaña de Ricardo Anaya. El Jefe Diego se mostró muy crÃtico del rumbo de la campaña en la cual admitió no sentirse demasiado cómodo como estratega del queretano.
Diego mencionó, por ejemplo, que lo sorprende la incapacidad de los asesores de Anaya de conectar con dos sectores que entiende elementales para la elección: los empresarios y los militares. Mencionó que un conocido de él, importante banquero de inversión de Londres, pidió hace dos semanas cita con el candidato y todavÃa ni siquiera fue recibido por Salomón Chertorivsky.
Fue duro además con Santiago Creel y Jorge Castañeda. Al primero lo señala por no poder conseguir que los gobernadores del PAN se sumen a la campaña y al segundo lo fusiló por sus dichos sobre que Anaya habÃa perdido "tres o cuatro puntos en las encuestas" por las acusaciones de corrupción.
Para entender: Diego observa una campaña demasiado concentrada en el aire, en los buenos modos y las postales simpáticas. Pero falta lo que justamente él deberÃa estar aportando: real politik.
Cuando le consultaron sobre si Anaya estaba segundo solo atinó a decir que entendÃa que se encontraba en una situación de empate técnico con José Antonio Meade, quien por cierto, se ausentó del festejo igual que Carlos Slim.
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