La semana terminará, una vez más, sin que se haya cumplido el objetivo de Ildefonso Guajardo, que es votar la reforma laboral dentro del periodo extraordinario. El secretario de EconomÃa le pidió a los senadores esta norma como paso previo a la revalidación del TPP que deberÃa votarse antes de fin de mes.
La estrategia para la aprobación la lleva el senador (y sindicalista) de Coahuila por el PRI, Tereso Medina. El problema es que la nueva norma tiene objeciones en Morena, en el PAN y en el propio PRI. El temor de todas las fuerzas es que avalar este nuevo marco legal luego implique un costo electoral.
Ante este escenario el senador de Coahuila ha recordado esta semana que ya fueron eliminas las normas que permiten con mayor facilidad la subcontratación pero esto no serÃa suficiente.
La reforma establece menores costos laborales para los empleadores que requieran despedir personal, al tiempo que limita las medidas de reclamo que puede realizar el sector sindical. En paralelo le da un enorme poder a las juntas de arbitraje, donde habitualmente los sindicatos llevan las de perder.
En el Senado se menciona que senadores del PRI y del PAN pretenden agregar modificaciones al dictamen oficia. El senador panista Héctor Larios, aliado de Guajardo en la Cámara Alta, habÃa comunicado a EconomÃa que el tratamiento de la reforma serÃa veloz, algo que ahora parece lejos de suceder.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.