Ocurrió el primer debate entre los seis candidatos de la Ciudad de México. De manera satelital se expusieron las propuestas, pero las verdaderas protagonistas fueron las denuncias cruzadas que los candidatos se propiciaron unos a otros. Un verdadero ring que incluyó al Rébsamen, las casas millonarias y los nexos con el narco. 

La contienda se dio en Despierta, el noticiero matutino de Carlos Loret. Claudia Sheinbaum, Mikel Arreola y Alejandra Barrales.

Arrancaron con una breve presentación en donde destacaron lo mejor de su trayectoria y que los acreditaba como la mejor opción. Tras ello, no hubo un momento en que los candidatos no buscaron incomodarse.

Fue un golpeteo que protagonizaron Barrales y Arriola, en donde los mayores señalamientos fueron contra Sheinbaum, que lidera las encuestas; mientras que la candidata de Morena dedicó pocos -aunque contundentes- confrontamientos. Con serenidad, respondió un par de veces: "Entiendo la dificultad cuando están en segundo y tercer lugar".

Aunque fue Sheinbaum quien arrancó acusando al Gobierno capitalino que encabezó Miguel Ángel Mancera de regresar la corrupción a la Ciudad, provocando rápida respuesta de sus adversarios. Arriola no desaprovechó para cuestionar la promesa de honestidad de la ex delegada, poniendo sobre la mesa la candidatura del ex delegado de Tláhuac, Rigoberto Salgado, para el Senado, pese a las acusaciones en su contra de estar vinculado con el crimen organizado. "Morena le abrió las puertas al narco", acusó.

Barrales, por su parte, reconoció que había vuelto la corrupción, pero afirmó que ésta se dio en las seis delegaciones que gobierna Morena: "Ahí está probada la corrupción" dijo, concordando con el priista respecto al tema de Salgado.

Sheinbaum rebatió con que las delegaciones de Morena habían sido castigadas por los partidos del Frente y refiriéndose a Arriola señaló: "Aunque se vista de seda, priista se queda. Es falso todo lo que estás diciendo de la corrupción de Morena".

 Y como era de esperarse, la perredista también confrontó a Sheinbaum por las tragedias del colegio Rébsamen y del Tec de Monterrey. La morenista defendió que ha estado a lado de las víctimas y que a ella no le corresponde prometer justicia, sino a la procuraduría y al tribunal capitalino y encaró a la frentista: "No entiendo que se use esta tragedia como centro de la campaña. No solo no es ético, es vil".  

Televisa

Otro tema esperado en el debate fueron las propiedades de Barrales, una acusación que enarbola el ex director del IMSS. Esta vez, no solo cuestionó los recursos de la candidata, sino que sugirió que podría haber una nueva casa. "¿Estás segura que no te saldrá un nuevo inmueble como en Polanco?" soltó Mikel con picardía, provocando la evidente molestia de Barrales.

La candidata contestó que fue la primera en entregar su información 3 de 3 y que no le haría la campaña al que va perdiendo y le lanzó: "Es una fantasía que (Arriola) pueda gobernar esta ciudad siendo del PRI. Todo lo que Mikel dice en esta campaña respecto a mi participación han sido falsedades".

Con el poco espacio que quedó par las propuestas, Claudia expuso (con una lámina) su propuesta de ampliar y modernizar las cámaras, con mayor comunicación con el mando de control y un gobierno de "austeridad republicana".

Barrales habló de una policía más capacitada, mejor pagada y así recuperar la confianza n la policía, además del apoyo a mujeres por 2,500 pesos mensuales. Arriola habló sobre su plan de movilidad, que incluye 100 km más de metro, regular manifestaciones y apoyo económico para jóvenes

En un primer momento también se encontraron las candidatas Mariana Boy, del Partido Verde, Purificación Carpinteyro de Nueva Alianza, la independiente Lorena Osornio y el candidato por el Partido Humanista, Marco Rascón. Fue una primera parte tranquila, con el desarrollo de sus propuestas en materia de seguridad y economía.