El 2017 arrancó con una crisis para el gobierno de Peña Nieto con el anuncio del último gasolinazo. Fue la cereza en el pastel que terminó por lastimar su imagen, mientras que por otro lado, se volvió el arma de Andrés Manuel López Obrador, crítico ante la situación petrolera del país. La última propuesta fue potente: congelar los precios de las gasolinas, medida que ya recibió grandes cuestionamientos por parte del empresariado.

Ante los mismos micrófonos donde el candidato a la Presidencia lanzó dicha promesa, Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reconoció que es una propuesta que será de gran aceptación por muchas personas, pero pidió tener cuidado, pues advirtió que podría generar en una crisis financiera.

El año anterior, ya con la apertura del mercado energético, los precios de las gasolinas en el país quedaron expuestos al mercado internacional, por lo que el gobierno actual tuvo que realizar un ajuste al alza en las tarifas, lo que se leyó entre la población como una contradicción en su promesa de reducir los costos con la reforma energética.

El enojo desembocó en fuertes movilizaciones a lo largo y ancho del país, incluso en los estados menos combativos, afectando evidentemente la imagen del Presidente, sin lograr recuperación pues los costos se trasladaron de manera evidente en la inflación, que  se disparó al doble durante todo el año.

López Obrador tomó por estandarte la crítica a lo que él llamó 'el negocio de las gasolinas' y aprovechó para lanzar con fuerza su propuesta de construir más refinerías para poder reducir el costo.  En concreto, ayer dijo que se lograría congelar el precio del combustible con la construcción de dos refinerías.

Este viernes, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, Castañón explicó que en el mediano plazo si congelas los precios, "algún día los tendrás que descongelar y al descongelarlos vienen las burbujas inflacionarias", en caso de que el precio del petróleo vaya en ascenso. "Y si va hacia abajo perjudicarías a la población al no bajar las gasolinas", lanzó.

El líder empresarial,  que ha sido de los empresarios mediáticamente más opositores a las propuestas del tabasqueño, insiste que es una política económica "muy vieja" la que propone. "Se financia momentáneamente con recursos públicos hasta que ya no hay, y eso impacta tremendamente al final con crisis financieras e inflacionaria que lleva a perdida de empleos, de empresas cuando esto crece y estalla".

Además, consideró que solo se tratan de posturas de campaña que buscan "ganar popularidad": "A cualquiera le puede gustar que no le vayan a cobrar más de gasolinas, a cualquiera le puede gustar que no cobren más de luz, (...) pero los que ya sabemos lo que ha ocurrido en México y ocurre en el mundo, cuando se congelan los precios, explota una bomba. Muchos sufrimos la última crisis del 94-95", recordó.

Desde su perspectiva, estas medidas no generan confianza en los mercados, pues el temor es de dónde obtendrá recursos para congelar los precios. "Va a tener que recurrir o a ahorros significativos o a sacrificar otro tipo de gastos y los ahorros significativos canalizados ahí. ¿Que sentido tendría si sacrificamos la salud o la educación con tal de mantener una propuesta de mantener fijos precios?", cuestionó.