En el momento más tenso de la relación entre Andrés Manuel López Obrador y el sector empresarial, el discurso de su equipo no se modera respecto a la construcción del nuevo Aeropuerto. Javier Jiménez Espriú reitera que de llegar en julio, el tabasqueño pedirá inmediatamente la suspensión de las obras.

Spriú, que sería eventual secretario de Comunicaciones y Transportes de ganar el candidato de Morena, detalló que el plan sería solicitar esa acción en julio al Presidente Enrique Peña Nieto a fin de que el Gobierno entrante pudiera auditar la construcción y finanzas de la mega obra.

Bajo la premisa de que los terrenos de Texcoco no son óptimos para su construcción por problemas de hundimiento, el ingeniero señaló que no dudarán en acudir a instancias legales en caso de ocurrir algún problema de esta magnitud.

"Si no se nos permite hacer esto durante la transición porque dicen que todavía están en el gobierno y no lo permiten, no comenzaremos una guerra. Hagan lo que quieran, pero asuman la responsabilidad", dijo en una entrevista para Bloomberg. Y entonces agregó: "El primero de diciembre, abriremos una queja contra los que puedan ser considerados responsables ante agencias federales como el interventor nacional y los Auditores Superiores Federales"

Agregó que estas acciones serían adicionales a cualquier caso que el gobierno pueda presentar contra actos de corrupción vinculados al aeropuerto, si se encuentra una prueba de la mala conducta.

Jiménez dijo que la probabilidad es "muy alta" de que el proyecto sea cancelado y reemplazado por dos nuevas pistas en la base militar de Santa Lucía, a unos 50 kilómetros del actual aeropuerto. Aunque en la misma entrevista añadió más tarde: "Pero que si todos los expertos están de acuerdo en que no lo es (viable realizarlo en Santa Lucía), lo aceptaría".

También afirmó que no habrá tarifas de compensación: "Son otra mentira del gobierno (...) Cobrar dichas tarifas es inconstitucional. El gobierno tiene el derecho de cancelar un contrato".

El asesor del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, señaló que en cambio, López Obrador renegociará los contratos con los constructores y reestructurará las deudas con los tenedores de bonos. Agregó que el candidato se había comprometido a proteger a los inversionistas en el proyecto.