Dos senadores demócratas ya aseguraron que Mike Pompeo será el próximo secretario de Estado en el gabinete de Donald Trump. La semana pasada anunció su apoyo al todavía director de la CIA la senadora por Dakota del Norte, Heidi Heitkamp, voto que le aseguró el nombramiento al funcionario. Hoy el senador de Virginia del Oeste, el demócrata conservador Joe Manchin, dijo que también apoyaría al nominado.

"Tras reunirme con Mike Pompeo, discutir sus perspectivas de políticas exterior y considerar su distinguido servicio como Director de la CIA y su ejemplar carrera en el servicio público, votaré para confirmar a Mike Pompeo como nuestro próximo secretario de Estado", anunció el senador desde su cuenta de Twitter.

Manchin viene de un estado bastante conservador. A principios de año puso nervioso al liderazgo demócrata cuando coqueteó con la idea de no buscar la reelección. Si Manchin se retira lo más probable es que los republicanos ganen su curul, lo que les ayudaría a mantener el control en la cámara alta.

El Departamento de Estado pasa por uno de los momentos más complicados desde su creación en 1789. Rex Tillerson llegó a la dependencia con una clara agenda de debilitar la fuerza diplomática de EU

Hace meses, Manchin se alineó con la llamada "coalición del sentido común", un grupo de legisladores bipartidistas que presionaron por reabrir el gobierno cuando los demócratas estaban presionando para lograr legislación que protegiese a los dreamers.

"Lo he dicho de frente: si gente como yo no puede ganar en estados rojos [conservadores], van a estar en la minoría el resto de sus vidas", advirtió en aquel momento el senador a sus colegas de partido, hablando en defensa de los demócratas moderados, quienes representan a estados donde ganó Donald Trump.

Por su parte, la senadora Heitkamp dijo la semana pasada que Pompeo "demostró durante su proceso de nominación y durante nuestra reunión en marzo que está comprometido a empoderar a los diplomáticos del Departamento de Estado para que hagan su trabajo impulsando los intereses de Estados Unidos".

El Departamento de Estado pasa por uno de los momentos más complicados desde su creación en 1789. Históricamente una de las instituciones más poderosas en la historia de la humanidad, el departamento se vio bajo ataque constante bajo la administración del excanciller Rex Tillerson, quien llegó a la dependencia con una clara agenda de debilitar la fuerza diplomática de EU. Bajo su gestión, cientos de funcionarios de medio nivel, muchos con décadas de experiencia diplomática, fueron despedidos o forzados a renunciar por la nueva administración.

Al mismo tiempo, Trump ha dejado claro con sus acciones que para él la diplomacia se ejecuta desde la Oficina Oval. En repetidas ocasiones ha menoscabado la influencia y experiencia del departamento, aislándolo de negociaciones clave como la que está ocurriendo con Corea del Norte.

Pompeo ha sido duramente criticado por sus nexos financieros con los hermanos Koch, quienes donaron millones de dólares al funcionario durante su carrera como legislador. Pompeo ha negado públicamente que el cambio climático sea una amenaza real. También lo han criticado por sus posturas anti musulmanas y por haber ocultado a los miembros del comité la reunión que sostuvo con el líder norcoreano Kim Jong Un este mes.

A pesar de que su confirmación está prácticamente garantizada, Pompeo probablemente será uno de los pocos cancilleres que llega al cargo sin el apoyo del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Los 10 demócratas en el comité y el republicano Rand Paul se han negado a dar su visto bueno al director de la CIA.