La crisis política desatada en Jalisco por la muerte de un grupo de estudiantes de cine a manos de una célula del cartel Jalisco Nueva Generacion  convulsionó la campaña del PRI por la gobernatura tapatía.

 Esta semana Miguel Castro Reynoso, del grupo político de Aristóteles Sandoval, habría amenazado con dejar la contienda ante la posibilidad de que el tricolor termine cuarto en la elección. En paralelo ayer jueves circulaba fuerte el dato de que el propio Sandoval quería presentar a renuncia al Congreso local.

En en el Gobierno estatal se menciona que Sandoval conocía el dato de la muerte de los estudiantes una semana antes del anuncio pero se buscó una estrategia para no generar otro caso Ayotzinapa. Sin embargo, nada evita que los resultados para el PRI sean demoledores en los sondeos.

Castro Reynoso inicio la carrera en una segunda posición detrás de Movimieto Ciudadano pero en las últimas semanas el empresario Carlos Lomelí impulsado por Morena (y con la operación de Marcelo Ebrard) llegó al segundo puesto. A esto se suma que el PRI no despega en Guadalajara ni en los Altos de Jalisco. Incluso el histórico bastión de Tonalá estaría en riesgo.

La campaña de Castro Reynoso padece la carga de un gobernador afectado por la inseguridad y que además está contrariado con Los Pinos.  Son demasiados factores adversos y que habrían motivado la amenaza de una retirada.