La nota en El Español sobre una supuesta investigación de Ricardo Anaya en Europa dijo mucho a las personas correctas respecto de la declinación de Los Pinos a favor del candidato de "Por México al Frente". Y pese a que Anaya ignoró tan campal el escándalo, no desaprovechó el momento para llamar a un acuerdo de paz con Peña Nieto.

El pacto anti-AMLO, no obstante, sigue retrasándose. Pero la elección no se va a alargar, y a dos meses de distancia del  de julio, las operaciones empezaron a moverse. Los reacomodos y las negociaciones en Acción Nacional y el Sol Azteca serán motivo de otra nota, pero los movimientos del PRI ya tienen un tufo a desbanda.

Según pudo saber LPO, en estos pases y guiños Morena no ha quedado fuera. Con un candidato puntero, aparentemente sólido en el primer lugar, algunos de los miembros de la cúpula priista operan los acercamientos con quienes quieren negociar. En el partido de Andrés Manuel López Obrador, no es otro que el general anti-fraude de la segunda circunscripción quien ha dialogado con al menos cuatro gobernadores del territorio que le asignaron organizar, proteger y promover.

De este modo, los priista Miguel Riquelme de Coahuila, Alejandro Tello Cristerna de Zacatecas y Juan Manuel Carreras de San Luis Potosí han sido visitados indistintamente por Ricardo Monreal para convencerlos de que -a diferencia de Anaya Cortés- el tabasqueño ha prometido que no habrá represalias, ni venganzas, empezando por el actual titular de Los Pinos. Esto mismo lo escuchó Manuel González.

A estos cuatro mandatarios estatales, Monreal Ávila intentó convencer de que de llegar a acuerdos para que su estructura electoral no la usen en favor del Frente y Anaya, tendrían además una interlocución directa con el próximo presidente, tan difícil desde siempre. Así lo revelaron operadores del ex delegado de la Cuauhtémoc a LPO.

El cálculo que hace el morenista, agregan, se basa en el 10% de bases priistas que podrían movilizarse en la elección; un porcentaje que podría rondar los 5 millones de votos. Nada despreciables. Con esto también Morena insiste en posicionarse dentro de la jugada, un cambio de actitud que el propio Andrés Manuel ha pedido y mostrado a su militancia.