Enrique Peña Nieto ha despejado su agenda para hoy miércoles. El presidente asiste a un evento del Infonavit en Polanco al mediodÃa y por la tarde se recluirá en Los Pinos para terminar de definir si ha llegado el momento de un golpe de efecto en la campaña de José Antonio Meade que sigue en tercer lugar en las preferencias.
Se define hoy el futuro de dos personajes: Aurelio Nuño como coordinador de la campaña presidencial y Enrique Ochoa al frente del PRI. El jefe del aire y el discurso asà como el de la estrategia de tierra. En las últimas horas el presidente mantuvo conversaciones con sus antecesores Felipe Calderón y Vicente Fox.
Nuño y Ochoa llegan a esta situación de inestabilidad básicamente a fuerza de no haber cumplido con las metas planteadas en materia de caudal de votos. Nuño decÃa en noviembre que Meade estarÃa en 24 puntos de intención de voto solo con el destape. No sucedió. Luego dijo que en la precampaña llegarÃa a los 25 puntos. No ocurrió. Hasta hace una semana aseguraba que tras el debate Meade se consolidaba en el segundo lugar. Una fantasÃa pasmosa: Meade no solo no destacó en el debate, fue superado por la elocuencia de Ricardo Anaya y la audacia de Jaime RodrÃguez Calderón.
Ochoa es quien aseguraba, en tanto, que Meade llegarÃa a Mayo con el voto estructural del PRI consolidado. Ese voto estructural serÃa de 28 puntos y luego el equipo de aire conseguirÃa a los indecisos para hacer competitivo al candidato. La realidad ofrece golpes contundentes: todavÃa hay encuestas que le dan a Meade menos de 20 puntos. Y no son sondeos públicos, sino de los que encarga el Gobierno.
Ochoa, a pesar de su supuesta juventud, se quedó suspendido en la idea de que el PRI tiene un voto estructural vertical y organizado. La elección del Edomex del año pasado dijo otra: que sin el Panal y el Verde Alfredo Del Mazo no era gobernador en un bastión del Partido.
Ambos tecnócratas, en las últimas horas bosquejan la idea de impulsar el llamado "voto-burócrata", que consiste en movilizar a toda la estructura estatal a nivel nacional y obligar a cada empleado a que el dÃa de la elección lleve entre cinco y siete familiares a votar. Notable: es como si no hubieran registrado lo que ocurrió en todas las gobernaturas que el PRI viene perdiendo desde el 2016.
Flotan en el cÃrculo rojo por estas horas nombres para suceder a ambas figuras. Emilio Gamboa, José Narro o Miguel Angel Osorio Chong, que desde hace unos dÃas vuelve al circuito presidencial. Pero es conocido que a Peña Nieto no le gusta cambiar, menos a mitad de la contienda. Costumbre que alimenta la idea de que si no existe una opción verdaderamente superadora para el binomio Nuño-Ochoa, no hay incentivo alguno para nuevos zigzagueos.
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