Ya afuera de la primera lÃnea de operación polÃtica, con una candidatura pluri asegurada, ahora Enrique Ochoa da paso a su próximo objetivo que es ser el coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro en la próxima legislatura.
Despúes de su salida del Partido, dejando un candidato en tercer lugar en las encuestas, con la queja permanente de los gobernadores, esa posibilidad suena a descabellada pero en la noche del miércoles Ochoa dio a entender en algunos llamados que ya habÃa acordado con Enrique Peña Nieto.
El presidente deja su cargo en diciembre pero la conformación de la nueva legislatura es en septiembre. Ochoa espera que Peña Nieto lo designe al frente de la nueva bancada. Ahora si el PRI pierde la elección podrÃa ser un paso más bien efÃmero.
El dirigente saliente tiene una idea diferente de la realidad que le endilgan. El enumera sus logros: haber quitado los candados del partido, haber asegurado una asamblea sin peleas públicas y los triunfos del 2017 en Edomex y Coahuila.
El problema es que en frente existe una jerarquÃa tricolor que lo responsabiliza de ese supuesto de que Meade no llega siquiera a los 20 puntos. A eso Ochoa responde que él solo estuvo en la campaña como vocero y que la operación territorial corrió por cuenta de Ruben Moreira.
Como sea, Ochoa todavÃa tiene altas aspiraciones y la próxima le encontrará rivales a superar como el propio Moreira, Arturo Zamora (si es que entra porque está en lugar 11), Ana Lilia Herrera, Héctor Yunes o Fernando Galindo.
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