Se inicia una semana decisiva para el futuro inmediato del TLCAN. Ildefonso Guajardo comienza hoy lunes una serie de reuniones ministeriales con la sombra de un dato que preocupa en el Gobierno: Steve Bannon ha regresado a la Casa Blanca y tiene reuniones periódicas con Donald Trump.

 El ex estratega en jefe de la Casa Blanca, que fue despedido por John Kelly, habría recuperado su influencia según diversos medios de Washington. Bannon ya estaría al frente de los planes del Partido Republicano para noviembre, en la elección de medio termino donde los demócratas aspiran a arrebatarle el Senado a los republicanos.

Bannon tiene un fuerte discurso anti México y anti TLCAN. Desde su portal Breitbart ha acusado a Luis Videgaray de estar negociando con Jared Kushner un capitulo del TLCAN dedicado a los trabajadores migrantes de México para el sector agropecuario de EU. El ex asesor está muy enfrentado con el yerno del presidente, que a su vez es el principal aliado de Los Pinos en Washington.

En este clima de intrigas y reacomodos se inicia la fase decisiva de la negociación con vistas a lograr un acuerdo durante el mes de mayo.  La preocupación en Economía es que Trump estaría acomodo con la idea de que no haya acuerdo y todo se demore hasta el año próximo. Prefiere ese empate antes que ser acusado de que se flexibilizó en la negociación con México. Pero por otro lado en Washington hay una fuerte presión empresaria para que haya acuerdo.

Uno de los temas eje que se negociarán los próximos días serán las reglas de origen de autos, aspecto en el que México, por primera vez en todo el periodo de negociación, llegará con una contrapropuesta.

Esta iniciativa mexicana, aseguró Guajardo, responderá a la nueva propuesta que lanzó Estados Unidos en las mesas de negociación, la cual considera cinco ‘canastas' de autopartes, en las que se establecen distintos porcentajes de contenido regional, siendo el máximo 75 por ciento; que plantea salarios de 16 o más dólares la hora en la ecuación de las reglas de origen; entre otros elementos.

Otro de los puntos espinosos a discutir son la cláusula ‘sunset' y la estacionalidad agrícola, temas en los que la iniciativa privada y el gobierno mexicano han hecho explícito su rechazo total.