Para la última emisión del programa "Tercer grado" que fue protagonizado por Andrés Manuel López Obrador, el titular de Televisa Emilio Azcárraga invitó a su casa en CDMX a un grupo de magnates para que observaran el desempeño del candidato en conjunto. Una costumbre que era muy tÃpica de su padre, Emilio Azcárraga Milmo, el creador de ese imperio.
En dicha velada, algunos de los presentes manifestaron su preocupación por el hecho de que Claudio X. González parece obnubilado con la idea de lanzar una guerra abierta de los empresarios contra AMLO que tuvo su primer episodio en el desplegado publicado el pasado lunes en la prensa.
El problema es que los empresarios, sobretodo aquellos que no tienen gran dependencia de fondos públicos para su operación, no le entienden la lógica a enfrentarse con quien lidera con comodidad las encuestas. La neutralidad se ha vuelto negocio.
El último giro de González es contratar en Estados Unidos a un asesor electoral que es estrella entre los republicanos para traerlo a México y sumarlo para potenciar el mensaje anti AMLO. Lo notable es que le preguntan al magnate si este asesor trabajará para el Gobierno pero la respuesta serÃa que en realidad trabajará para el Consejo Mexicano de Negocios. La idea no cae bien. De hecho, en las próximas reuniones del CMN habrá fuertes ausencias.
El malestar con González crece además por el control que tiene sobre Juan Pablo Castañón, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien en una semana decisiva para el TLCAN está más enfocado en asuntos electorales. La figura de Castañón se está desdibujando a gran velocidad.
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