Aunque su discurso es moderado, y sus campañas casi invisibles en términos mediáticos, los candidatos de Morena para las alcaldías de la Ciudad de México esperan con ansías el día de la elección. Es que la preferencia de Andrés Manuel López Obrador en el DF es tan grande, que operaría como un tsunami, volcando las preferencias para todos los postulantes de sus partido.

Las encuestas que manejan en el equipo de Claudia Sheinbaum son muy alentadoras. Para la Jefatura de Gobierno unos veinte puntos de ventaja sobre Alejandra Barrales, que por estos días intenta un giro en su discurso para volver a captar parte del electoral medio-conservador que perdió en manos de Mikel Arriola.

En las delegaciones -próximamente alcaldías-, aunque no se diga públicamente, se espera una verdadera victoria arrolladora. Según explicaron los operadores de Sheinbaum a LPO, hasta el momento hay victorias muy contundentes en 13 de las 16 delegaciones, incluida Miguel Hidalgo y Benito Juárez, históricos terruños del PAN.

También Álvaro Obregón y Coyoacán, en donde los caciques perredistas Leonel Luna y Mauricio Toledo se replegaron para conservar algo de su histórico poder. Claro, las dudas son tan fuertes, que ya se aseguran una pluri en San Lázaro.

Los tres territorios más opacos para Morena son Cuajimalpa, Milpa Alta y Venustiano Carranza. En el primero opera muy fuerte Adrián Rubalcava, y por la violencia que debieron enfrentar los militantes de base de Morena, los operadores territoriales decidieron liberar esa zona.

Venustiano Carranza se convertirá, quizás, en el museo del histórico dominio del PRD en la Ciudad. A manos del cacique Julio Luis Moreno, ese terruño probablemente quedaría en manos del Sol Azteca.

"La clave es hacer campaña de tierra, poco aire. El factor AMLO es clave para nosotros. Y hasta la lluvia: cuanto más se inhiba la acción de la estructura perredista, más nos favorece a nosotros", se ilusiona una de las postulantes.