Paul Ryan, vocero de la Asamblea de Representantes y máximo funcionario republicano en el Congreso, está intentando seducir a los congresistas republicanos pro-migración con una supuesta reforma migratoria que buscaría impulsar en los próximos meses. El problema para el vocero, quien ya anunció que no buscaría la reelección en noviembre, es que Donald Trump ha rechazado todas las propuestas de ley que buscan proteger a los llamados dreamers, jóvenes indocumentados cuyo programa de protección (DACA) el presidente eliminó el pasado mes de octubre.

Y es que a pesar de que los latinos suelen votar demócrata, son los republicanos quienes históricamente han logrado avanzar en mayor medida la causa de los migrantes. De hecho, hasta hace poco el status quo político era que los dreamers debían ser protegidos. Todo cambió con la llegada de Trump, quien ha implementado las políticas migratorias más agresivas de las últimas décadas.

"Me gustaría", dijo Ryan sobre arreglar el problema migratorio. "Quiero arreglar este tema, me gustaría tener un voto migratorio para antes de las [elecciones] intermedias. Pero quiero votar algo que pueda convertirse en ley", dijo, sugiriendo que Trump podía amenazar con el veto, como ya lo ha hecho en varias ocasiones. "No quiero un espectáculo de ponis. Quiero tener una ley real y eso significa que la Casa Blanca va a tener que ser parte de esto y tiene que ser una ley que el presidente pueda firmar".

Trump ha insistido que no va a apoyar ninguna ley que no incluya su muro en la frontera con nuestro país.

En este momento un grupo de legisladores de ambos partidos están promoviendo un recurso para forzar al pleno a votar una propuesta migratoria, sin importar que el resultado sea vetado por el presidente.

El proceso parlamentario se llama "reina de la colina" y forzaría al pleno a votar una de cuatro propuestas de ley. La que obtenga más votos, con un mínimo de 218, sería enviada al Senado y eventualmente al escritorio del presidente.

Por ahora la propuesta más popular es la USA ACT, que fue redactada por el republicano de Texas Will Hurd y el demócrata de California Pete Aguilar. La ley permitiría la regularización de 1.8 millones de dreamers e incluiría 25 mil millones de dólares para seguridad fronteriza.

Esta podría ser la ultima oportunidad de los republicanos y, peor, para los dreamers. Lo más probable es que los demócratas obtengan la mayoría en la Asamblea en noviembre y para esas alturas una ley empatada con el presidente se antoja imposible.