El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EU se alista para revisar varias instalaciones militares en Texas y Arkansas y evaluar si son apropiadas para refugiar a niños. Las inspecciones serían parte de un nuevo plan que separaría a familias de indocumentados que sean capturados cruzando la frontera.

Ya durante la administración Obama ocurrió que los menores que eran enviados solos a cruzar la frontera eran alojados en las bases militares. El Departamento de Defensa dijo que no ha recibido instrucciones en este sentido por parte de la administración.

Sin embargo, se trata de un nuevo indicio de que la administración Trump va a escalar las medidas contra los indocumentados ya que sugiere que van a levantar cargos criminales contra los adultos mientras que los menores de edad serán separados de sus familias e introducidos al sistema asistencial, por lo menos hasta que los deporten de vuelta a sus países de origen.

"Si estás metiendo niños [ilegalmente a EU], vamos a perseguirte, y ese niño será separado de ti, probablemente, como lo requiere la ley", dijo el Fiscal General Jeff Sessions durante un discurso la semana pasada.

"Si no quieres que separen a tus niños, entonces no los traigas ilegalmente a través de la frontera. No es culpa nuestra que alguien haga eso", puntualizó el fiscal, conocido por su dureza contra los migrantes latinos.

La semana pasada el Jefe de Gabinete de Trump, el general John Kelly, otro de los de línea dura en temas migratorios, dijo que no era tan terrible separar a los niños de sus familias, "los pondremos con trabajadores sociales", explicó el funcionario.

Según explicó un funcionario de HHS, los menores son entregados a un padre o familiar que esté residiendo en EU. En promedio pasan un mes y medio en la custodia del departamento antes de ser entregados al tutor.

Tradicionalmente el Gobierno de EU no procesa criminalmente a los indocumentados. En el peor de los escenarios los deportaban de regreso a sus países de origen.