La visión es similar en los comandos de José Antono Meade y Ricardo Anaya: el domingo en el debate de Tijuana es la última oportunidad para acortar la distancia que AMLO tiene en las encuestas. Si la inercia actual no se quiebra este fin de semana, ya en el último mes habrá muy poco que hacer.
LPO pudo conocer que en las últimas horas diferentes figuras del PRI le han recomendado a Aurelio Nuño considerar la posibilidad de que Meade admita que estarÃa dispuesto a investigar a Enrique Peña Nieto por casos de corrupción y que lo encarcelarÃa en caso de encontrar evidencias. Un golpe de efecto de gran envergadura pero que aún asà puede llegar demasiado tarde.
Este duro planteo, que fue presentado directamente ante Nuño, dice que la elección ya es imposible de remontar y que se debe hacer lo posible por llegar a los 20 puntos para que el tricolor no corra el riesgo de una implosión tras la elección. En ese escenario, donde ya se agotan los recursos, el distanciamiento con Peña Nieto asoma como el único camino factible,en una campaña que sigue adoleciendo de fallas estructurales.
Nuño escucha esta idea desde el mes de diciembre y siempre la ha rechazado de tajo, alegando que el currÃculum de Meade y sus propuestas lo harÃan ver como la mejor opción ante el populismo de Morena y la inexperiencia de Anaya.
Un detalle: Nuño nunca consideró demasiado la altÃsima imagen negativa del PRI y del Presidente, y para un sector más tradicional del partido ese es uno de los errores garrafales que explican el cómodo tercer lugar. El coordinador creyó que la idea de candidato ciudadano era suficiente.
Nuño además ha hecho toda su apuesta a la campaña porque no aceptó lugares pluri y tampoco pudo ubicar a sus cercanos. Esa suerte de inmolación es la que le permite retener autoridad en un momento crÃtico, autoridad que Enrique Ochoa perdió ante las bases al amarrarse una pluri como salvoconducto del tsunami que veÃa venirse de frente. El final de la historia es conocido: uno se quedó y el otro tuvo que dejar su cargo en el tricolor.
La idea del corte con Peña Nieto asoma dese hace algunos dÃas y fue planteada por algunos empresarios que tuvieron reuniones con Dionisio Meade, quien se muestra visiblemente afectado por el desempeño electoral de su hijo.
Algo de este plan, todavÃa resistido, pudo verse ayer en el foro que organizó BBVA Bancomer, en donde el candidato presidencial tricolor aseguró: "Existió Meade antes de Peña Nieto y seguirá existiendo Meade después de Peña Nieto". Un tibio desmarco que acaso funcione como globo de ensayo. ¿Se animará a una declaración más jugada el domingo?
El gran temor es que si el domingo Meade no hace algo rutilante, el que va a crecer es Anaya y el candidato tricolor podrÃa sufrir una fuga de votos de clases medias urbanas que rechazan a AMLO y ven en el queretano el voto útil. El fantasma de un Meade en menos de 15 puntos ya no es tan distante sino que es una eventual realidad que asusta.
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