Quienes conocen al matrimonio Calderón saben que Felipe y Margarita tienen una intensa relación de amistad con Alberto Baillères, unos de los magnates más poderosos de México. Se trata de un hombre que en las últimas semanas tomó un especial protagonismo en el cabildeo para forjar una polarización de Ricardo Anaya con Andrés Manuel López Obrador.

La amistad del empresario, dueño del Grupo Bal, El Palacio de Hierro y GNP Seguros, se tradujo en financiamiento, no sólo de su bolsillo y de otros accionistas de su holding, sino con el tradicional lobby frente a otros magnates de su nivel. Oficialmente se supo de al menos 5 millones de pesos que la familia Baillères donó a Zavala.

López Obrador ya lo había incluido en su listado de empresarios que venían operando fuerte en la política para ordenar a todos detrás de Anaya. Allí también mencionó a Germán Larrea, director Ejecutivo de Grupo México; Eduardo Tricio, presidente del Consejo de Administración de Grupo Lala; Claudio X. González Laporte, presidente de Kimberly Clark-México; y Alejandro Ramírez, presidente de Cinépolis. Todos se habrían reunido en privado con Anaya para orquestar un lobby.

En el círculo más íntimo de AMLO manejan la información que Baillères habría conversado en los últimos días directamente con Felipe Calderón, para avisarle que los recursos dejarían de fluir hacia Margarita. Una presión solapada para que decline en favor del queretano.

El ex Presidente, siempre según esta versión, habría comprendido que se acababa la campaña de su esposa, y por eso optó por una declinación anticipada, pero sin avalar explícitamente a ningún otro candidato. Una salida elegante para no traicionar a Los Pinos -que en Morena insisten que ayudaron con las firmas- y tampoco a los empresarios, pues con su renuncia ayuda naturalmente a una reagrupamiento de los votos panistas.

Baillères ya había intentado colaborar con otros "amigos" de la política. Aportó fondos para Pedro Ferriz de Con y también para Armando Ríos Piter -a pedido de Jorge Castañeda-, dos apuestas que no funcionaron. ¿Funcionará ahora su intervención en favor de Anaya?