El PRI dispone de un total aproximado de 3,000 millones de pesos en prerrogativas oficiales para las campañas de sus candidatos en los estados asà como para José Antonio Meade. Ayer miércoles se decidió que esos recursos deben comenzar a fluir y que el encargado de ejecutarlos será Rubén Moreira, Secretario de Acción Electoral del tricolor, quien es secundado en este giro polÃtico por René Juárez Cisneros.
No es un detalle menor. Se trata de un nuevo avance de la "vieja guardia" del partido sobre terreno que creÃa conquistado por Nuño, uno de los comandante de la tecnocracia. El ex titular de la SEP habÃa planificado utilizar gran parte de esos recursos para el último mes de campaña, bajo la idea de que el grueso del gasto se financiarÃa con aportes empresarios, de gobernadores y de sindicalistas afines.
Según pudo saber LPO, el detonante de este nuevo giro fue la errática visita de Meade en Guanajuato, que ya está señalada por muchos como la peor incursión del candidato desde que se inició la campaña por el bajo nivel de organización. Hasta sin gasolina se quedaron.
Los gobernadores del PRI se venÃan quejando de que Nuño no les asignaba recursos para planificar giras. Y esto explicarÃa, además, que durante la primera mitad de la campaña Meade se concentró en escenarios cerrados y controlados: no habÃa fondos para asegurar asistencias contundentes.
El dato más notorio es que Moreira habrÃa discutido la cuestión directamente con Enrique Peña Nieto y el Presidente no habrÃa hecho el menor intento porque Nuño siguiera monopolizando los recursos.
El coordinador está enfocado en el armado del debate de este domingo en Tijuana donde espera que Meade haga un trabajo mejor respecto al primero de Ciudad de México. La vieja guardia gana terreno y espera el resultado del primero de julio para encabezar el asalto final.
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