El tema se escuchó en la reunión de consejeros regionales del Grupo BBVA esta semana en un hotel de Polanco. Habría notables demoras en la Secretaría de Comunicaciones y Transporte en el pago de contratos a grandes constructoras involucradas en el Nuevo Aeropuerto. Tema sensible si se considera que algunas de las mismas habrían aportado recursos a la campaña de José Antonio Meade y que hoy tiene un Día D en el debate de Tijuana.

Al mes de diciembre del año pasado Gerardo Ruiz Esparza le había informado al Senado que había adjudicado 105 contratos a firmas nacionales y extranjeras. A la fecha de ese total -que ronda los 140 mil millones de pesos-, solo se habría pagado el 20%. La semana pasada esta situación motivó una queja en SCT de parte de Coconal, constructora históricamente ligada a la política mexiquense.

El tema de los retrasos no es nuevo.  Se conoce que en agosto del año pasado cuando Alfredo Del Mazo retuvo el Edomex para el PRI, Armando Hinojosa -mandamás de Grupo Higa- organizó un encuentro empresarial para festejar el triunfo con el entonces gobernador electo.

En esa reunión se le dijo a Del Mazo de estas demoras y se cargaron ánimos contra Ruiz Esparza. Meses antes Del Mazo había rechazo de plano que Ruiz Esparza accediera a su Gabinete, como se venía rumoreando. Un gesto de concordia con los constructores, que por supuesto ya mostraban su reticencia ante el histórico titular de la SCT.

La situación de los pagos se ha vuelto dramática a medida que crece la chance de que Andrés Manuel López Obrador gane la presidencial y se ingrese en una forzada en etapa de análisis -o revisión- de la construcción del Nuevo Aeropuerto. Ruiz Esparza se ha vuelto esquivo y a algunos hombres de negocios no les queda más que buscar respuestas directamente con el Presidente.

La figura del secretario ha ingresado en una fase de repliegue desde que se quedó fuera de la lista nacional pluri al Senado, posición que ambicionaba pero que fue vetada por Luis Videgaray al entender que podía ser un lastre para la campaña.