Cuando llegan estos períodos de campaña, el Congreso entra en un tiempo muerto. La mayoría sale a buscar nuevas candidaturas, y quienes quedan, deben aguardar pacientes por la resolución de los nuevos tiempos políticos que se vienen. Hasta el momento, todos saben que no habrá periodo extraordinario en el Senado por TLCAN y posiblemente tampoco por Sistema Nacional Anticorrupción. 

Sin embargo, cerca de Emilio Gamboa aseguran que esta reapertura temporal de sesiones igual puede realizarse para votar leyes que pide el con insistencia el empresarido, entre las que aparece como prioridad -en los últimos días- endurecer las penas contra quienes provoquen atentados u alteren en alguna forma el transporte en ferrocarriles.

El movimiento se da en paralelo a que la seguridad se vuelve un issue crucial para el empresariado nacional -reforzado como explicó LPO por el giro final en la estrategia de campaña de Ricardo Anaya-. Los hombres de negocios están muy inquietos por ciertos acontecimientos que amenazan sus respectivas operaciones.

La discusión es especialmente promovida por Grupo México, que comanda Germán Larrea, quien ha logrado el pronunciamiento favorable de Concamin. Este conglomerado días atrás sufrió un sabotaje en sus frenos en un tren de carga que hacia el trayecto entre los estados de Veracruz y Puebla.

Los atacantes dividieron el tren provocando el deslizamiento sin control de 39 carros y 4 locomotoras por una pendiente descendente de 10 kilómetros, hasta impactarse con otro tren en el patio ferroviario de Orizaba.

Los cabilderos de Grupo México están presionando sobre las bancadas del PRI y del PAN para que se concrete el extraordinario.