Los sendos llamados de Germán Larrea y Alberto Baillères a sus trabajadores para que no voten por el "populismo" ha metido en aprietos a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, quien durante los últimos meses se ha dedicado a limpiar su imagen de ahuyentador de inversiones. Esta tarde se dio un paso más en ese sentido.
"Hay este llamado a todos los empresarios para unirnos y sacar adelante al paÃs. Ya quedaron las cosas bastante claras, no van a tener los empresarios ningún problema en nuestro gobierno, van a ser respetados, se va a buscar la convergencia del sector privado, con el sector público y el sector social, es decir, va a haber economÃa mixta", declaró López Obrador en un mitin en el que estuvo acompañado por Marcos Fastlicht, suegro de Emilio Azcárraga.
Durante el acto en Tecámac, Estado de México, aseguró que invitó a Fastlicht y a sus asesor en materia empresarial, Poncho Romo, porque "no se podrÃa pensar en un plan de desarrollo para impulsar la actividad productiva, para que haya empleo, para que haya bienestar, sin los empresarios", como es el caso del suegro del dueño de Televisa.
El también ex integrante del Consejo Consultivo de la CNDH fue designado como un eventual miembro en el gabinete de seguridad de AMLO, y para los presentes en el mitin no significó otra cosa que la respuesta de Morena a los dueños de Grupo México y Grupo BAL.
"Entonces amor y paz. México está por encima de intereses personales o de grupos por legÃtimos que sean. México es lo más importante de todo. No podrÃa el estado con la inversión pública enfrentar el reto del crecimiento de México, se requiere de la inversión privada y de requiere también del sector social", aseguró AMLO ante quienes lo escucharon.
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