José Antonio Gonzalez Anaya monitorea el desempeño macroecnómico del último mes de campaña con dos factores: el dólar (que perforó el techo de los 20 pesos tras el inicio de la guerra comercial con EU) y el nivel de depósitos de los bancos.  El secretario de Hacienda quiere evitar a toda costa que junio sea el escenario de una corrida bancaria. Su mayor temor es que esa corrida sea alentada por los propios bancos, con quienes discutió fuertemente la seana pasada,tal como reveló LPO.

El dato duro que llegó ayer lunes desde Banxico: en 2017 se depositaron aproximadamente 8000 mil millones de dólares de mexicanos en el exterior del país. En lo que va de 2018 ya se depositaron aproximadamente 7000 mil millones de dólares. Una clara tendencia y una señal de que los inversores quieren proteger su dinero.

González Anaya no está del todo de acuerdo con esa idea de que el mercado ya ha descontado un triunfo de Morena en la presidencial y que no habrá grandes oscilaciones. El secretario de Hacienda cree que el segundo semestre, o sea el cierre de su gestión, puede ser turbulento.

Y no se trataría tanto de lo que genera Andrés Manuel Lopez Obrador. Sucede que en el exterior se están presentando grandes oportunidades, con una economía en EU que tiene unas cifras macroeconómicas notables bajo el gobierno de Donald Trump. El único flanco a considerar allí es el nivel inflacionario.

Según entienden en Hacienda, de ganar AMLO sería urgente enviar una señal al mercado de que el futuro secretario de Hacienda sea una figura respetada como Guillermo Ortíz o Santiago Levy. Carlos Manuel Urzua es un buen técnico pero con poca experiencia en ese tipo de posiciones de poder.