Muy duro se mostró Carlos Treviño contra uno de los ejes centrales del proyecto energético de Andrés Manuel López Obrador, que es el de construir nuevas refinerías. Con un claro diferimiento, el director de Pemex considera que se debe mejorar la eficiencia de las actuales y destinar la inversión posible en exploración y explotación de campos.

"Si tuvieras 6 mil millones de dólares para invertir y tienes la posibilidad de hacerlo en una refinería, cuya rentabilidad anda en 15% o tienes la posibilidad de invertirlo en exploración y producción cuya rentabilidad anda en 80% o 90%, la respuesta es sencilla y si tu mando es crear valor... vamos a donde está la papa y acá, en refinerías invitas a alguien que 14% o 15% les resulta muy atractivo. Eso te lo permite la reforma energética", señaló al respecto.

El plan del político tabasqueño proyecta que con la construcción de nuevas refinerías terminaría con la compra del crudo a otros países, principalmente a Estados Unidos, y prometiendo en consecuencia, una reducción en los precios de los hidrocarburos.

De acuerdo con datos de Pemex, dos tercios de la demanda doméstica total en México proviene de las refinerías estadounidense, lo que en 2017 representó un promedio de 808,000 barriles por día.

En ese escenario, la apuesta es crear dos nuevas refinerías. Para Treviño eso no hace tanto sentido, aunque reconoce que para la petrolera es una real disyuntiva el tema de modernizar o construir refinerías.

"Lo que le diría a la siguiente administración es incrementa la capacidad de nuestras refinerías a través de inversiones marginales, es decir, con inyecciones de 4 mil o 6 mil millones de dólares puedes hacer que aumenten 50, 60 o 100 mil barriles su capacidad de procesamiento, dependiendo del complejo, que haciendo una nueva refinería de 12 mil millones", señaló en una entrevista para el diario El Universal.

Como ha dicho en foros internacionales, recalcó los riesgos que implicaría para la petrolera la cancelación de algunos de los contratos otorgados durante esta administración durante las licitaciones de campos petroleros. "Se puede dar para atrás a todo, pero en este caso no hay una cláusula de salida para Pemex y el país sin costo", dijo el directivo.

Advirtió, en caso de suceder eso: "Mis contrapartes tienen el derecho de reclamar la cancelación unilateral de lo que se firmó y con ello se generará un pleito jurídico que irá a muchas instancias, como cortes internacionales".

"Eso le generaría a Pemex dos pérdidas importantísimas; una de ellas es no ejecutar proyectos importantísimos y, lo más importante, es no hacer lo que el contrato establece, con las repercusiones económicas y de producción futura de petróleo y gas para el país", explicó.