Marcos Fastlicht, el suegro de Emilio Azcárraga negó la existencia de algún vínculo entre Televisa y Andrés Manuel López Obrador, como se sugirió sobre todo, tras ser elegido el Estadio Azteca como cede del cierre de campaña del tabasqueño, ante la negativa del gobierno capitalino de otorgarle la plancha del Zócalo.

La figura de Azcárraga se ha vuelto muy cercana al proyecto del morenista, tanto es así, que como reveló LPO, intervino fuertemente para lograr una audiencia total en el encuentro entre el Consejo Mexicano de Negocios y el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, consiguiendo la presencia de declarados enemigos como Claudio X. y Germán Larrea.

No obstante, en una entrevista que Fastlicht concedió al diario El Universal, dedica algunas líneas para negar que se esté gestando un vinculo entre la televisora y el candidato y principalmente, que, en un eventual gobierno, Andrés Manuel diera un buen trato a la empresa televisiva.

"Al contrario, yo esperaría que hubiera un trato especial para Andrés Manuel de parte de Azcárraga". Y deja claro que él no sería tampoco un vínculo: "Nunca he tenido nada que ver con Televisa, ahora lo único que nos une es que le vamos al América y mis nietos, y curiosamente el hijo de Andrés Manuel, aunque no lo acepte él, le va al América también. Mi relación con Andrés Manuel y Emilio es por separado, muy respetuosas las dos".

El empresario también se concentró en mandar un mensaje de calma al empresariado, pues en su opinión, aún no están superadas en 100% las fricciones entre los magnates y el candidato de Morena, sin embargo, reafirma que el pacto fue trabajar en conjunto.

"Es casi inminente la victoria de Andrés Manuel, puede pasar cualquier cosa, pero creo que si el Presidente es Andrés Manuel esa brecha se acortó muchísimo y se trabajará conjuntamente, porque en el país hay muchos problemas, no está para pleitos", afirmó.

Fastlicht es asesor en proyectos de seguridad y derechos humanos para Morena y refuerza la idea de que el empresariado puede confiar en él: "Los proyectos que AMLO ha presentado sería imposible llevarlos a cabo sin un gran apoyo del empresariado mexicano".

Aunque tampoco se desalinea del discurso del López Obrador, cuando afirma que el empresariado ha vivido "muy protegido" en este país. Pero explicó que ante el grave problema de inseguridad y corrupción, "se necesitan soluciones difíciles y fuertes, y son las que AMLO maneja, mismas que causan cierto escalofrío entre mucha gente".

Recuerda que él lo conoció desde su jefatura de gobierno capitalino y asegura que por eso puede afirmar que "en su ADN no está la mentalidad de ser dictador, de expropiar ni de achicar al empresariado".