Después de la esperada cumbre entre el dictador norcoreano Kim Jong Un y el presidente de EU Donald Trump, el norteamericano anunció en entrevista con la ABC que Kim se había comprometido a la total desnuclearización de Corea del Norte.

A cambio, explicó, EU detendría por completo todos los ejercicios militares, los llamados "juegos de guerra", que con frecuencia practica en la región junto con Corea del Sur. De acuerdo a fuentes consultadas por diversos medios, la noticia tomó por sorpresa a los surcoreanos, quienes no esperaban renunciar a los ejercicios militares que forman parte de la estrategia de defensa contra el régimen Kim.

Trump y Kim firmaron un documento de una página frente a las cámaras, sin embargo, de acuerdo con un comunicado conjunto emitido horas después, los líderes firmaron cuatro puntos nada específicos y sin compromisos formales ni planes de acción o fechas límite.

1. Estados Unidos y la [República Popular Democrática de Corea] se comprometen a establecer nuevas relaciones EU-RPDC de acuerdo con el deseo de los pueblos de ambos países por tener paz y prosperidad.

2. Los Estados Unidos y la RPDC unirán esfuerzos para construir un régimen duraderos de paz y estabilidad en la Península de Corea.

3. Reafirmando la Declaración de Panmunjom del 27 de abril de 2018, la RPDC se compromete a trabajar rumbo a la completa desnuclearización de la Península de Corea.

4. Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a recuperar los restos de prisioneros de guerra, incluyendo la repatriación de aquellos ya identificados.

"Vamos a detener los juegos de guerra que nos van a ahorrar una cantidad tremenda de dinero. A menos y hasta que veamos que las negociaciones futuras no marchen como deberían", matizó Trump. "Pero vamos a ahorrar una cantidad tremenda de dinero. Además, creo que son muy provocativos", dijo Trump a los reporteros.

El mandatario indicó también que quería "sacar a nuestros soldados" de Corea del Sur. Desde hace décadas existe una base militar con miles de elementos estadounidenses para garantizar la seguridad de los surcoreanos y de la región. Trump aclaró que por el momento eso "no era parte de la ecuación".

El discurso de cercanía con Kim ya encendió las alertas de regreso en EU. El senador republicano Lindsey Graham criticó la posibilidad de retirar tropas de la región. "Objetaría violentamente a retirar nuestras fuerzas de Corea del Sur. Si retirar nuestras fuerzas es parte del trato, yo no puedo apoyarlo. Eso llevaría a más conflicto, no menos".

Richard N. Haass, presidente del poderoso think tank Consejo de Relaciones Exteriores calificó las declaraciones del presidente como desafortunadas.

"Desafortunado que Donald Trump hable de los ejercicios de [EU] como provocativos juegos de guerra. Problemático también que haya hablado de sacar a las tropas estadounidenses sin hacer referencia a reducir la amenaza militar convencional de Corea del Norte", es decir, a las fuerzas armadas norcoreanas, no sólo a sus armas nucleares. "Y sugerir que no le informó al Gobierno de Corea del Sur por adelantado, de ser verdad, sería el más reciente golpe contra un aliado".

Otros especialistas criticaron la falta de claridad respecto a los siguientes pasos, si es que en verdad hay un compromiso por parte de Kim de abandonar su programa nuclear, promesa que, por cierto, su padre hizo en innumerables ocasiones y nunca cumplió.

El exembajador de EU en Corea del Sur, Chris Hill, declaró que había sido una "declaración conjunta olvidable, más debil que cualquier otra declaración desde 1992. No hay camino hacia adelante, no hay un mapa, no hay estrategia diplomática".  

El especialista en seguridad nacional de CNN describió los acuerdos de la siguiente manera: "Trump hizo compromisos específicos de terminar con los ejercicios militar con Corea del Sur y eventualmente retirar las fuerzas estadounidenses de la península. Corea del Norte no hizo ningún compromiso específico en tiempos o verificación de la desnuclearización, tampoco ofreció un conteo de su arsenal nuclear".

A diferencia de lo que firmaron hoy Trump y Kim, el acuerdo nuclear de Irán, por ejemplo, instituyó un riguroso régimen de inspecciones para garantizar que efectivamente aquella nación había suspendido su programa de desarrollo de armas nucleares. Contemplaba fechas claras de implementación y monitoreos semestrales.

Por su parte, Trump declaró frente a las cámaras que Kim "tiene una gran personalidad. Es un tipo chistoso, muy inteligente, un gran negociador que ama a su pueblo". No hubo comentarios del mandatario respecto a los campos de trabajos forzados ni a la hambruna bajo la que vive buena parte del pueblo norcoreano.