Tres dÃas antes del debate final de Mérida el productor de spots televisivos Carlos Alazraki instalaba en diversos medios que José Antonio Meade "arrasarÃa" en el debate y que lo "ganarÃa caminando". Esto ya venÃa generando algún malestar en el War Room porque además ese mensaje iba acompañado de que Alazraki decÃa que para el evento de la noche del martes solo él serÃa quien estarÃa a cargo, dejando de lado a Fernando Vázquez Rigada, Javier Lozano y Julio Di Bella.
Lo cierto es que la impresión en el comando tricolor, en las primeras horas del miércoles, es que Meade tuvo su mejor debate pero que estuvo muy lejos de sorprender y aún más lejos de ganar. La encuesta de Grupo Reforma sobre percepción de ganadores lo ubicó en tercer lugar detrás de Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador.
Meade mostró cierta capacidad de daño acusando a AMLO de su gestión en CDMX o de los nexos de la familia Jiménez Espriú con el Nuevo Aeropuerto de la CDMX pero nada que lograra causar un verdadero impacto.
Curiosidades. Se esperaba que en este debate al estar controlado al cien por ciento por Alejandro Quintero (publicista presidencial que contrató a Alazraki) Meade lanzara un golpe certero contra Anaya, algo que lo dejara fuera de juego si se considera que la idea del War Room es que el panista está cayendo en los sondeos. Pero el golpe nunca llegó y Meade se enfocó más en AMLO. Tal vez una señal interna para despejar dudas de cualquier tipo de acuerdo entre Los Pinos y Morena.
El tramo final de la campaña se inicia ahora con una fuerte operación polÃtica sobre los gobernadores panistas para que estos terminen de soltarle la mano a Anaya. La obsesión por asegurar el segundo lugar motiva movimiento de notable calibre si se considera que los itamitas vuelven a acercase a Miguel Angel Osorio Chong para que este utilice sus influencias entre esos mandatarios estatales.
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