Ante la nueva política migratoria que implementó Donald Trump conocida como "tolerancia cero" y que implica la separación de las familias migrantes, el Gobierno mexicano se pronunció condenando estos actos como "cruel e inhumana" y pidió su suspensión.

El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, explicó que al momento, la afectación ha sido menor para los connacionales, pues la mayoría de los niños que han sido separados de sus padres o familiares, no son mexicanos, "sin embargo el gobierno mexicano no puede ser indiferente ante una situación de esta naturaleza tenemos responsabilidad moral e instituciones", dijo en conferencia de prensa.

En ese sentido, indicó que ha sostenido conversaciones con los gobiernos de Guatemala, Honduras y el Salvador y se llevará a cabo un encuentro en la Ciudad de México para abordar esta problemática y lograr una solución conjunta.

Videgaray aclaró que el Gobierno mexicano no promueve la migración ilegal, "sin embargo, no podremos permanecer indiferentes ante una situación inhumana y cruel". Y en ese sentido, hizo un llamado también a la comunidad internacional para expresarse sobre este tema y "no permanecer indiferentes ante este hecho".

La política migratoria que fue firmada en abril por el Fiscal General Jeff Sessions, contra a los indocumentados que proceden de Centroamérica. La problemática se desató cuando la prensa fue testigo de las condiciones en que se retiene a los menores en celdas, donde según los reportes, tenían hasta 20 niños acinados en uno de los centros de detención. Las imágenes, acompañadas con audios de los llantos de los niños que suplicaban regresar con sus familiares, generó amplia indignación.

No solo causó revuelo entre la población latina, sino entre la misma comunidad estadounidense. Tal fue el caso de la exprimera dama, Barbara Bush, quien comparó esa situación con los campos de internamiento para japoneses-americanos en la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con la explicación del canciller mexicano, gran parte de estos casos responden a migraciones centroamericanas. Citando cifras del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, existen 1995 niños en esta situación, de los cuales, menos de 25 son de nacionalidad mexicana. Videgaray aseguró que tras visitar los centros de detención, se corroboró que se trata de 21 casos.

Aseguró que la red de cancillería ya inició la repatriación y la reunificación familiar en el caso de los familiares que viven en el país vecino del norte.

Videgaray explicó que entre las medias que México tomará, tanto en apoyo de los menores mexicanos, como en apoyo de los de otra nacionalidad, es evaluar opciones "y no descartamos que pueda ocurrir recurrir a tribunales internacionales", aunque Videgaray también reconoció que Estados Unidos no necesariamente reconoce la jurisdicción de los tribunales internacionales, como en el caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, "pero insisto, acudiríamos a todas las instancias que se consideren pueden ser útiles", precisó.

Sobre los flujos migratorios hacia dicho país, expuso que 2017 fue un año atípico en que los flujos migratorios fueron sustancialmente menores a los de años anteriores, "las de 2018 indican que en términos generales los flujos migratorios están regresando a niveles de 2016, creo que el hecho de que haya un repunte en cifras migratorias se explica por lo inusualmente bajas las cifras del año pasado, pero no un cambio de tendencia". Videgaray también agregó que cada vez más, estos cruces son de centroamericanos.