Contrario a lo que se esperaba, el cierre de José Antonio Meade en Jalisco el pasado martes tuvo una afluencia mayor a la esperada y que le da un envión al tricolor para asegurar el segundo lugar en la carrera por la gobernatura tapatía. En Zapopan la campaña tricolor reunió algo más de 15 mil personas cuando se esperaba que a lo sumo podría movilizar la mitad.

El gobernador Aristóteles Sandoval confía ahora en que su candidato Miguel Castro logre el segundo lugar y de ese modo el tricolor sea la fuerza de contrabalance de poder en Jalisco, frente al esperable dominio de Movimiento Ciudadano, con un Enrique Alfaro que llega al día de la elección con más de 15 puntos de ventaja.

Conspiran en favor del tricolor dos factores. Por un lado cierto declive en el tramo final de la candidatura de Carlos Lomelí, aspirante de Morena a la gobernatura, y en paralelo el hecho de que el panismo sigue mostrando un perfil debilitado en la entidad.

Grupo Reforma publica una encuesta en las últimas horas que otorga 48 puntos a Alfaro, 24 a Lomelí y 16 a Castro. Sin embargo el comando de este último sostienen que actualmente está en empate técnico con el abanderado de Morena y que con el voto estructural logrará rebasarlo.