De acuerdo con un reporte exclusivo del Miami Herald, la administración Trump está considerando ofrecer a los padres indocumentados detenidos en la frontera dos opciones: permanecer en detención junto con sus hijos, en condiciones subóptimas; o ceder custodia de los menores al Gobierno de EU, aunque sea de manera temporal.

La llamada política de cero tolerancia hacia los migrantes indocumentados en EU ha resultado en una crisis humanitaria en la que más de 3 mil niños han sido separados de sus padres. Ante la indignación de la opinión pública, el presidente intentó sin éxito responsabilizar a los demócratas de la debacle. La estrategia no funcionó por lo que la semana pasada Trump firmó un decreto presidencial ordenando que se suspendiera la separación de las familias, sin embargo, la falta de detalles logísticos provocó otra crisis al interior de las agencias migratorias que no sabían bien cómo actuar.

La orden que el presidente firmó el miércoles pasado entra en conflicto con una decisión judicial que prohíbe detener a un menor durante más de 20 días, esté o no acompañado de sus padres. Los procesos migratorios actuales, por ejemplo, para conceder o rechazar una solicitud de asilo, tardan meses y hasta años en ser resueltos. Posiblemente esta es la razón por la que la administración está contemplando solicitar custodia de los menores.

Funcionarios migratorios informaron que 500 de los menores ya fueron regresados a sus familias, pero el caos continúa. Un menor de 15 años salió de un centro de detención en Texas con rumbo desconocido. Los agentes dijeron que, de acuerdo con la orden del presidente, no tenían la autoridad para detenerlo. Hasta el momento no se sabe qué fue del joven.

Al día de hoy se calcula que han sido detenidos unos 3,300 menores indocumentados. Muchos de ellos fueron enviados con guardianes temporales mientras su situación migratoria se define, otros tantos continúan en centros de detención bajo condiciones deplorables. La orden del presidente detendrá la separación de los menores, pero no se compromete a reunir a los que ya separó con sus padres o familiares con los que cruzaron la frontera.

La orden fuerza a las autoridades migratorias a detener a las familias unidas. Se sabe también que el Gobierno solicitó a las fuerzas armadas que habiliten sus instalaciones para dar alojo a unas 20 mil personas cerca de la frontera, presumiblemente familias enteras.

La crisis provocada por su política de cero tolerancia le ha explotada en la cara a la administración, aunque es difícil imaginar que no esperaban una respuesta negativa. A pesar del impacto negativo que ha tenido sobre la imagen del presidente, los esfuerzos de Trump sí han surtido efecto parcial, por lo menos entre sus votantes: el 48% de los republicanos creen que la culpa de la separación de las familias es de los demócratas, tal como el presidente lo ha dicho.