Se multiplican los conciliábulos entre las figuras de los dos grandes partidos mexicanos tras el aplastante triunfo morenista. Ya existe una primera definición que es que la renovación del PRI y del PAN tendrá lugar en enero y es muy posible que hasta sean en simultáneo. Domina la idea en ambos partidos de que urge crear acuerdos mutuos -y con otros partidos- para hacer frente a Morena que dominará el Ejecutivo, el Legislativo, congresos locales y gobernaturas.

En el PRI René Juárez ya ha instalado que hasta después de diciembre no habrá Asamblea. Hubo intentos exacerbados por armar  una asamblea a finales de julio y también se hablaba del mes de octubre pero el dirigente instaló que se debe esperar al final del sexenio. Juárez no asumirá su banca pluri en San Lázaro para hacer foco en la transición.

La jugada es esperable porque si hay Asamblea todavía en lo que queda del sexenio saldrán a relucir todas las críticas para con Enrique Pea Nieto y los itamitas y se generaría un clima de densidad partidista que el Gobierno no desea en su etapa final. 

LPO ya explicó que para dicha renovación ya entran al ruedo gobernadores como Alfredo Del Mazo,  Alito Moreno Cárdenas y Alejandro Murat, el senador pluri Miguel Angel Osorio Chong y figuras históricas como Manlio Fabio Beltrones.

En el PAN el anuncio de Santiago Creel de que Ricardo Anaya ya no vuelve a la dirigencia descomprimió los ánimos. El queretano pasó a un plano muy secundario y por estos días consolida su fuerza el grupo de Guanajuato, donde Miguel Márquez, Juan Carlos Romero Hicks y Diego Sinhue también perfilan la renovación de dirigencia para el mes de enero.

Guanajuato es el único estado donde ganó Anaya y es un refugio para el ex candidato ante posibles persecuciones de sus rivales internos. Los rivales de este grupo más visibles son Rafael Moreno Valle -que debió batallar en exceso para retener Puebla, donde perdió las principales alcaldías. y Javier Corral que tiene el apoyo de Madero aunque atraviesa un momento muy difícil de gobernabilidad en su estado a causa de la inseguridad.

Corral además tiene la dificultad de que el Partido parece ir hacia una tendencia de "pureza ideológica" que a él no lo favorece porque en su discurso suena más perredista o incluso morenista que panista.