Después de la insólita conferencia de prensa con Vladimir Putin en la que Donald Trump se negó a reafirmar los hallazgos de sus propias agencias de inteligencia, tanto demócratas como republicanos condenaron las declaraciones del presidente, algo particularmente extraño para los miembros del partido del presidente en el Congreso, quienes acostumbran o guardar silencio ante los escandalosos dichos de Trump o de plano los defienden.

Los demócratas por primera vez cuestionaron públicamente si Vladimir Putin realmente tiene información comprometedora con la que manipula a Trump, versión que circula en la opinión pública desde hace años, pero que nunca había sido abiertamente mencionada por los líderes del Congreso.

Ningún presidente se había degradado a sí mismo de manera más abyecta frente a un tirano, sentenció el senador y excandidato presidencial republicano John McCain

"La debilidad del presidente Trump frente a Putin fue embarazosa, y prueba que los rusos tienen información sobre el presidente, personalmente, financieramente o políticamente", dijo Nancy Pelosi, líder de la minoría en la Asamblea de Representantes. "Este es un día triste para Estados Unidos, y para todas las democracias occidentales que Putin sigue atacando".

El líder demócrata del Senado Chuck Schumer dijo en conferencia de prensa: "En toda la historia de nuestro país, los estadounidenses nunca habían visto a un presidente de Estados Unidos apoyar a un adversario de la forma en que el presidente Trump apoyó a al presidente Putin.

"Que el presidente de Estados Unidos se alinee con el presidente Putin en contra de las agencias de la ley estadounidenses, funcionarios de defensa estadounidenses, y agencias de inteligencia estadounidenses es un sinsentido, peligroso y débil. El presidente se está poniendo a sí mismo por encima de nuestro país".

El senador Jeff Flake, una de las pocas voces criticas al interior del Partido Republicano, calificó las declaraciones de Trump como "vergonzosas", y aseguró que nunca imaginó que vería el día en que el presidente de EU "se pararía en el escenario con el presidente ruso para culpara a Estados Unidos de la agresión rusa".

El ex director de la CIA durante la presidencia de Barack Obama fue menos sutil que las otras figuras públicas. John Brennan de plano acusó a Trump de traición: "[su] actuación en la conferencia de prensa en Helsinki se eleva y excede el mínimo de ‘altos crímenes y delitos‘", dijo en referencia a lo que la Constitución pide para remover a un presidente de su cargo. "Fue nada menos que traición. No sólo los comentarios de Trump fueron imbéciles, él está por completo en el bolsillo de Putin", acusó Brennan.

¿Por qué Trump se reunió 1 a 1 con Putin? ¿Qué puede estar ocultando de Bolton, Pompeo, Kelly, & el pueblo de Estados Unidos? ¿Cómo usará Putin lo que sea que Trump esté ocultando para aventajar a Rusia y lastimar a Estados Unidos? La falta total de credibilidad de Trump hace espuria cualquier explicación que dé".

Incluso Paul Ryan, el republicano presidente de la Asamblea de Representantes que jamás dice nada negativo de Trump, se atrevió a romper su acostumbrado hermetismo.

"No hay duda de que Rusia interfirió en nuestra elección y continúa intentando menoscabar nuestra democracia aquí y alrededor del mundo", afirmó Ryan en un comunicado. "Esa es la conclusión no sólo de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, sino también del Comité de Inteligencia de la Asamblea. El presidente debe apreciar que Rusia no es nuestro aliado. No hay equivalencia moral entre los Estados Unidos y Rusia".

"El rol de la comunidad de inteligencia es proveer la mejor información posible y diagnósticos basados en hecho para el presidente y los creadores de política pública. Hemos sido muy claros en nuestro diagnóstico respecto al involucramiento de Rusia en la elección[...]" Dan Coats, director de Seguridad Nacional de Trump

Ryan demandó a Trump que se concentrara en penalizar a Rusia y lograra que pusieran fin a sus ataques a la democracia.

El senador, excandidato presidencial, y líder moral del Partido Republicano John McCain, fue el que lanzó el mensaje más severo de todos. En su comunicado, McCain calificó la conferencia como un trágico error; "una de las actuaciones más condenables para un presidente estadounidense en memoria reciente". Acusó de Trump de haber asestado un daño incalculable con su "inocencia, egoísmo, falsa equivalencia, y simpatía por autócratas".

McCain no le concede a Trump la salida de la inexperiencia: "estos no fueron los tuits errados de un político novel", dice, y califica sus decisiones como "deliberadas" con el objetivo de normalizar al brutal régimen de Putin.

"Ningún presidente previo se había degradado a sí mismo de manera más abyecta frente a un tirano", sentencia McCain. 

Pero quizá la declaración más condenatoria, por tratarse de uno de los más altos funcionarios en el gabinete ampliado del presidente, vino del director de Inteligencia Nacional Dan Coats, quien emitió un comunicado contradiciendo los dichos del mandatario en Helsinki.

"El rol de la comunidad de inteligencia es proveer la mejor información posible y diagnósticos basados en hecho para el presidente y los creadores de política pública. Hemos sido muy claros en nuestro diagnóstico respecto al involucramiento de Rusia en la elección de 2016 y sus continuos, extensivos esfuerzos por menoscabar nuestra democracia, y continuaremos ofreciendo inteligencia sin adornos y objetiva en apoyo de nuestra seguridad nacional", dijo Coats en el comunicado.