Alfonso Navarrete Prida atraviesa un final complejo de su paso por la Segob. En el gabinete hay quejas sobre algunas determinaciones de la dependencia y se cuestiona su extremo bajo perfil tras las elecciones. También se lo acusa de ser uno de los que primero se "pusieron a disposición" del gobierno entrante sin pedir los debidos permisos. Y ayer en la reunión de secretarios en Los Pinos se habló de una nueva contingencia: los empleados de limpieza de Segob.

Al parecer el servicio en Bucarelli está a cargo de Ecoblue, que se lleva un contrato anual de 30 millones de pesos por mantener el edificio presentable. Ocurre que los empleados al servicio de esta firma no habrían sido registrados en el IMSS.

Los empleados descubrieron esta dura realidad cuando tuvieron las típicas eventualidades por las cuáles se precisa del servicio de salud. Tuffic Ortega fue rápidamente advertido por sus colaboradores y se comunicó con Navarrete Prida para pedirle que la situación sea regularizada. La respuesta desde el despacho fue que el secretario se encontraba "muy angustiado" por esa situación y que se resolvería tras las elecciones. Ortega nunca llegó a entender que tenía que ver una cosa con la otra.

La semana pasada los empleados de Ecoblue, buscaron un abogado con la finalidad de acudir a la Secretaría de la Función Público. Y es que si bien Ecobue tiene la responsabilidad, como son empleados que laboran en dependencias oficiales, en los pliegos de licitación está la obligación de tenerlos a todos en regla. Entre los requerimientos aparece el IMSS.

Este frente interno se suma a las otras cuestiones como el trato glaciar que le dispensa Enrique Peña Nieto cada vez que lo trata o las cosas que ha escuchado Roberto Campa de la experiencia de Navarrete Prida en la Secretaría de Trabajo.