Los planes de Rocio Nahle para construir dos refinerías de Pemex y rehabilitar  seis existentes  son examinados de cerca por el equipo actual de la Secretaría de Energía a cargo de Joaquín Codwell. 

Las primeras impresiones del funcionario, según pudo conocer este medio, no son del todo favorables y contribuyen a un estado de incertidumbre sobre el futuro de la empresa productiva del Estado que tan decisiva es para las finanzas públicas.

Nahle, nominada para la Secretaría de Energía, alega que con las dos refinerías que propone  México ya no dependerá de importar combustible refinado en EU, lo cual implica una evidente sangría de dólares del Tesoro.  Sin embargo, en la Sener advierten que como el petroleo mexicano es tan pesado, su proceso genera un combustóleo de mala calidad y sumamente contaminante. De ahí que es preciso mezclarlo con petroleo liviano que se debería importar desde Texas.

En paralelo, se da la situación de que el nivel de inventarios petroleros de EU es tan alto que la rentabilidad de una refinería, para todo el trabajo que conlleva, es poco significativa. Este tema ya algunos hombres de negocios lo han conversado con Nahle.

A esto se agrega que la cifra propuesta por Nahle para refacciones en las refinerías existentes es ínfima. La senadora electa habla de invertir 38 mil millones de pesos, poco menos de 2000 millones de dólares. Según los cálculos de Sener eso solo alcanzaría para hacer reparaciones en una refinería, al menos si se habla de reparaciones de fondo.