Un nuevo episodio en el mundo petrolero impulsó el precio del crudo este lunes. Se trata de la decisión de Arabia Saudita de suspender sus envíos de petróleo a través del estratégico estrecho de Bab el-Mandeb, tras un nuevo ataque de rebeldes yemeníes a dos buques de la petrolera estatal Aramco, por lo que el petróleo se ubicó en 75 dólares por barril, con un impacto importante en la economía de México.
Esta decisión del mayor exportador mundial de crudo podría ser acompañada por otro fuerte productor como es Kuwait, tal como anunció el presidente de la principal compañía de este país, lo que pone en riesgo la estabilidad del barril prevista a partir del anuncio de la OPEP de aumentar la producción de petróleo en un millón de barriles diarios.
Estas decisiones tendrán un impacto inminente en los precios de los combustibles. Especialistas consultados por LPO consideraron que sería al alza, aunque de acuerdo con Arturo Carranza, el impacto dependerá de las opciones para normalizar el flujo exportador y del tiempo para restablecer las mismas, aunque arriesgó que no espera que modifique demasiado la proyección para el WTI de 62 dólares por barril para fin de año.
Este nuevo escenario ya no solo afecta a las consideraciones de la actual administración y su equipo de finanzas, sino al próximo Gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador por la fuerte relación entre el precio de los combustibles y la economía real.
Pero para México, en lo que respecta al crudo la lectura siempre hay dos caras de la moneda, porque si bien aumenta el costos de las naftas importadas, genera más ingresos por la exportación de crudo.
De acuerdo con una estimación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), de seguir esta tendencia al alza, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) podría percibir 14% extra de los recursos estimados, con un total aproximado de 115,000 millones de pesos.
No obstante, la balanza no da equilibrada por el esfuerzo de subsidios que está haciendo el Gobierno para contener otro gasolinazo, el otro efecto inmediato del encarecimiento del petróleo. "Esto significará incremento para combustibles", señaló por su parte Ramsés Pech.
En este escenario, la dependencia que encabeza José Antonio González Anaya ha debido realizar incrementos en los subdidios que aplican al IEPS.
De acuerdo con el analista y especialista del sector, Alejandro Limón, en estas circunstancias se ha dejado de recaudar lo estimado para este año y eso pone en riesgo el superávit prometido, así como llegar a la meta de ingresos fijados.
El conflicto Saudí se explica por su injerencia en el levantamiento armado que se desata en Yemén desde 2015, donde Riad combate al grupo rebelde chiíta Huthi al que acusa de estar financiado por Irán.
Los rebeldes han realizado numerosos ataques contra objetivos sauditas en los últimos meses, especialmente en el mencionado estrecho de Bab al Mandeb, que al tener tan sólo un ancho de 20 kilómetros, vuelve muy vulnerables a los buques petroleros que según la gubernamental Administración de Información de Energía estadounidense (EIA), transportan diariamente 4,8 millones de barriles hacia Europa, Estados Unidos y Asia.
De prolongarse esta medida, significaría un aumento en los costos de transporte al tener que desviarse hacia el sur de África, agregando unos 4.300 kilómetros a la ruta original entre Arabia Saudita y Estados Unidos.
La cantidad de riesgos geopolíticos que amenazan el mercado petrolero no terminan allí, dado que Irán amenazó con bloquear el estrecho de Hormuz como respuesta a las últimas sanciones de Trump.
De todas maneras, los especialistas relativizan la problemática dado a la histórica especulación que han realizado las diferentes potencias petroleras de acuerdo a sus intereses. "En esa zona siempre hay mucho movimiento táctico amenazante", sostuvo Marcelo Elizondo. Algunos sostienen que Riad está tratando de presionar a Estados Unidos para lograr un mayor apoyo de la administración Trump respecto al conflicto yemení.
Otros, como el analista financiero Francisco Uriburu, explican que la búsqueda de un mayor precio del crudo se debe al próximo lanzamiento de las acciones de Aramco, la principal petrolera saudí que aún no cotiza en bolsa. "El objetivo es un barril a 80 dólares, lo que le otorgaría a esta operación una dimensión muy importante, ya que se trata de la mayor petrolera del mundo", subrayó Uriburu.
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