Fue una sorpresa negativa. El mercado esperaba una desaceleración importante de la economÃa durante el segundo trimestre del año, pero las cifras que arrojó esta mañana el INEGI mostraron más bien una caÃda de -0.1% en contraste con el trimestre anterior.
Como lo explicó la SecretarÃa de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tras conocer el reporte, hay que tener en cuenta una difÃcil base de comparación en que la semana santa no coincidió con el mismo mes del año anterior.
"Eso genera dificultad en poder entender bien las cifras. Será un año asà porque en septiembre tendrá un dÃa similar con los sismos", explicó en diálogo con LPO la analista Mariana RamÃrez, de Grupo Financiero Ve por Más.
Revisando las cifras, en el comparativo anual la economÃa creció 1.6% frente a 2017, esto con una desaceleración importante en las actividades terciarias -o de servicios- con un avance de 2.4% y las primarias de 2.0%. Mientras tanto, las actividades industriales continúan en estancamiento. Para este trimestre apenas lograron una variación 0.2%.
En cuanto a la caÃda que mostró trimestralmente, esta es consecuencia de un desplome en las actividades primarias -o agropecuarias- de 2.1% y en las actividades secundarias de 0.3%.
Por su parte, el sector de servicios y comercio tuvo una variación de 0.3%, que contrasta con los avances que habÃa tenido en los últimos trimestres, siendo uno de los pilares importantes de la economÃa.
Detrás de estas cifras, la falta de inversión sigue siendo un importante factor de freno para la economÃa, como confirmó a LPO el reconocido economista Jonathan Heath, quien prevé que en unos meses se confirme esta apreciación con los datos de inversión fija bruta -en unos dÃas se conocerá apenas la de mayo-.
"Lo puedo decir porque sà vemos caÃdas importantes en la construcción: cayó en abril y mayo y es casi un hecho que cayó en junio, y este es un elemento importante de la inversión", indicó.
Además, también ve una difÃcil base de comparación en donde en el primer trimestre del año tuvo un comportamiento "excepcional" entre la privada y pública 3 y 4.6%, respectivamente.
En el análisis de Heath, esto se debe a que al inicio del año habÃa un sentimiento optimista en el mercado respecto a las negociaciones del TLCAN e incluso eso se vio reflejado en el tipo de cambio que tenÃa una paridad saludable para el peso hasta abril.
Ahà el panorama comenzó a cambiar, cuando los datos económicos de Estados Unidos revelaron su fortaleza y generó ciertos impactos en la polÃtica monetaria de ese paÃs (con alzas en las tasas de interés) y un fuerte avance de su moneda frente a las divisas de paÃses emergentes.
Aunado a eso en mayo las posibilidades de lograr un acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos en la primera parte del año se vino abajo y la moneda volvió a caer fuertemente.
"La incertidumbre refleja el comportamiento del sector privado; al ver posibilidades del TLCAN se empezó a invertir más y al ver que habÃa más dudas, le puso freno. Eso explica esa desaceleración. Porque, por otro lado, el consumo de familias medio se mantuvo", explicó.
En ese escenario, el avance del peso se mermó y esta jornada arrancó en 18.62 pesos por dólar, aunque aún un tipo de cambio favorable en un entorno de entusiasmo en cuanto a un posible acuerdo del TLCAN.
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