"Nadie puede ganar más que el presidente". Esta es la orden que los cercanos a López Obrador repiten como un apotegma juarista. Nadie. Esto hizo temblar, quién iba a imaginarlo, a los enormes palacios de la Suprema Corte de Justicia, así como a la quebradiza argamasa del Instituto Nacional Electoral.
Los beneficiarios, la alta burocracia del país, se niegan a perder sus prerrogativas sólo para que AMLO haga cumplir esa austeridad república que propaga y que está a punto de ser ley. Dos méritos pueden reconocerse a la medida propuesta por Morena: es popular, primero, y ha hecho que esos órganos que viven del presupuesto de la federación, por décadas enquistados bajo el rubro de algo importante para la democracia, emerjan a la superficie y reclamen lo que -dicen- les pertenece.
Tal es el caso de El Colegio Nacional. El órgano cultural fundado en 1943, en plena época de Ávila Camacho, ha reunido en su seno a las mentes más brillantes de México (científicos, artistas, escritores), quienes hoy protagonizan un oscuro episodio, presumiblemente, por el inminente recorte al edificio del Centro Histórico.
De acuerdo con una fuente en Morena que prefirió el anonimato, el desencuentro público entre Juan Villoro y Tryno Maldonado se enmarca en este escenario, aunque afirmó que esto es la "punta de iceberg". Para el autor de El Testigo, refiere la misma fuente, las críticas emitidas desde la posición zapatista de Maldonado (remarcando su incongruencia), no tienen sustento alguno, pese a que su padre fue comandante del EZLN y pese a los más de 150 mil pesos que recibe mensualmente por ser miembro vitalicio de El Colegio.
"Parecen magistrados, o por lo menos, ganan como tal", añadió el morenista. "Siempre será motivo de fiesta que un escritor, artista o científico gane más que un consejero jurídico de Presidencia o un burócrata de la Cancillería, no obstante el anuncio de López Obrador los puso a pelear entre ellos sobre aquello que las buenas costumbres exige nunca pelear: el dinero".
"Lo llamaré Charly Girón, aunque en el mundo de los hechos gana becas con otro nombre", publicó Villoro en "Un cuento moral" de Reforma. "Sus técnicas de autopromoción lo llevaron a cortejar a un célebre novelista afecto a los jóvenes. Así logró publicar en una selecta editorial. La seducción hubiera sido menos aviesa si después de recibir el contrato por mensajería, Charly hubiera cumplido la parte corporal que le correspondía, pero huyó antes de que eso sucediera, con argumentos de orgullo machista que le permitieron sentirse como el Che Guevara".
El caso de Villoro es sólo uno de los distintos cuestionamientos de los que hoy ponen en duda la continuidad de la institución, tal y como la conocemos. "¿Por qué en 75 años han habido 103 colegiados así, machos alfa, y únicamente 4 mujeres? ¿Alguien con dos ojos en la cara puede afirmar que esos números reflejan la distribución del talento nacional?: ¿las mujeres son el 7% de las figuras de la excelencia?", cuestionó la dramaturga Sabina Berman en su columna de El Universal, cuyo subtítulo encierra su crítica: "el privilegio de nacer hombre".
Del mismo modo, desde Tijuana, el escritor Heriberto Yépez aprovechó la polémica desatada por Villoro Ruiz para cuestionar las funciones de El Colegio. "Se fundó hace décadas, en un momento en que no existía el Sistema Nacional de Creadores de Arte o el Sistema Nacional de Investigadores. Ahora ya existen. El Colegio Nacional, por lo tanto, duplica labores y es oneroso y anti-democrático. Como organismo anacrónico, El Colegio Nacional, en realidad, debe transferir sus creadores artísticos (como tú) al SNCA y sus investigadores científicos al SNI. Ahí deben de cumplir con las obligaciones y tiempos con los que cumple el resto de los ciudadanos en México que solicitan y obtienen esos apoyos a creación e investigación".
La cuestión, concluye el operador de Morena en Bellas Artes, podría resumirse en dos preguntas: "¿El miembro de El Colegio es un funcionario del Gobierno? ¿Y el mundo de la cultura no debe ser considerado en los recortes de la burocracia?". AMLO, a través de Esteban Moctezuma o Alejandra Frausto, responderá muy pronto.
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