La primera encuesta entre economistas del sector privado tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador mostró prudencia, pues para julio el sondeo promedió un recorte en las expectativas del crecimiento económico de este año en cuatro puntos porcentuales y de hasta siete para 2019.

Las entrevistas que realizó el Banco de México (Banxico) en julio, apuntan a que este año el PIB de México cerrará con un crecimiento de 2.25% y no de 2.29 como había pronosticado en junio, antes de conocer los resultados electorales. El cambio más evidente será para el primer año del tabasqueño, pues de esperar un mes antes un avance de 2.24, ahora esperan que sea de 2.17%.

Si uno observa los factores que los especialistas consideran que podrían obstaculizar el crecimiento de la actividad económica en el país, los rubros de Condiciones Externas y Gobernanza son los que tienen mayores coincidencias.

En el primer punto el 19% lo considera como uno de los mayores riesgos, siendo la política sobre comercio exterior la que más preocupa, aunque esta se redujo sobre los meses anteriores, en que se ubicó como el principal factor de temor.

Pero el 45% ubica el tema de Gobernanza como un alto riesgo, principalmente en temas de problemas de inseguridad, en donde se ubica el 16% de las preocupaciones, en tanto que la incertidumbre política ocupa el 12%.

Al cierre de las campañas y tras el triunfo del tabasqueño, precisamente el tema de la seguridad se instaló en la ciudadanía como uno de los temas menos claros, tan solo con la idea de que el tabasqueño realizaría los llamados foros de pacificación y del cual un mes después se va teniendo más claridad de su conformación, no obstante, el mismo López Obrador reconoció que sería uno de sus retos más fuertes en su sexenio.

Hay que decir también que luego de la realización de esta encuesta han venido una serie de pronunciamientos por parte del tabasqueño que podrían generar alguna modificación en las siguientes proyecciones del mercado.

En tanto, lo que también destaca de esta última encuesta es que se muestran menos optimistas en cuanto a la inflación, pues también consideraron que cerrará este año en un nivel más alto al 4.06% que habían proyectado en junio: esta vez consideran que estará más cercano al 4.23%.

Sin embargo, para el año entrante los economistas les dan más crédito a las posibilidades del Banxico de poder acercar los precios al consumidor a un nivel más cercano a su objetivo, por lo que esperan que al cierre de 2019 se ubique en 3.63%.