Alberto ElÃas Beltrán, a cargo de la PGR desde hace casi un año, está preocupado por el nada discreto cabildeo de Santiago Nieto entre senadores para ser el próximo fiscal general del gobierno morenista. Beltrán teme que si Nieto logra su cometido una de sus primeras medidas sea investigarlo a él mismo por los nulos resultados en el affaire Odebrecht.
Beltrán es un caso muy distinto al de su antecesor Raúl Cervantes. Este último se ha vuelto millonario desde los casos de su despacho y tiene una reputación muy cotizada en su área de derecho constitucional y administrativo. A Beltrán en cambio no lo espera ningún despacho ni hay grandes ofertas en el camino. Se refugiará, en todo caso, en el buen pasar económico de su esposa.
Es por esto que el titular de a PGR está presionando desde hace dos semanas en Los Pinos para avanzar y otorgar algún tipo de resultado. Tiene el avala de algunos diputados y senadores electos del tricolor que están muy preocupados de que si no hay algún detenido que apacigua la tensión, luego haya una investigación exhaustiva y la onda expansiva sea demoledora.
Sucede que Nieto estarÃa convencido de que los fondos de Odebrecht financiaron la campaña tricolor del 2012. Y como es de esperar, esos recursos no habrÃan fluÃdo solo hacia un destinatario sino hacia varios. Es la cultura polÃtica de Atlacomulco: si hay una investigación tiene que haber la mayor cantidad de gente implicada.
Es por esto que a su regreso vacacional, el próximo lunes, Enrique Peña Nieto encontrará un pedido muy concreto de que urge detener a Emilio Lozoya Austin, ex director general de Pemex.
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