El aviso ya llegó desde la Secretaría de Hacienda a las principales firmas constructoras del país y que prestan servicios al Estado: se realizaran pagos por obras realizadas o en curso hasta el 15 de agosto. Ya después de esa fecha será responsabilidad del Gobierno de Morena.

El dato agita las aguas en ICA, que depende casi por entera de sus negocios con el sector público. El staff de Guadalupe Phillips, que llegó a la constructora con el aval de David Martínez, esperaba recibir pagos hasta noviembre pero ya no sería así. Las deudas que deja la Secretaría de Comunicaciones y Transporte son más grandes de lo que se calculaba en un principio.

Para colmo, está suspendida la resolución de un contrato en el Nuevo Aeropuerto de la CDMX que ICA espera con voracidad porque asciende, par el ganador, a 8500 millones de pesos.

La inédita demora tiene la finalidad de lograr "la máxima transparencia" en el proceso de cambio de gobierno en el país y es consecuencia de la reunión sostenida el pasado 17 de julio entre funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el GACM y el equipo de transición integrado con posterioridad a las elecciones federales.

Tampoco hay información sobre la licitación para la construcción de la terminal de carga, que se estima tendrá un costo de 15,000 millones de pesos y deberá iniciar en este semestre. Otro proyecto que ICA pretende.