En su discurso fundacional ante la Asociaciones de Ingenieros, Lopez Obrador puso en blanco sobre negro su propuesta para el mundo petrolero. Pemex volverá a apostar fuerte por la refinación, se modernizaran sus seis refinerías y se construirá una nueva en Dos Bocas, Tabasco. Queda descartada así la idea anunciada originalmente de construir dos refinerías.

Pero no es un proyecto barato el que anuncio. El mismo presidente electo lo ubico en torno a los 50 mil millones de pesos mexicanos, una cifra que cualquiera que conozca a como funciona el Estado sabe que terminará bastante por encima de esos n'umeros, por mas corrupcion que se elimine.

El candidato también dejo flotando otras definiciones interesantes. Los privados no son mas eficientes que el Estado y son igual de corruptos. Por eso, en su administración se buscaran asociaciones para explorar la riqueza petrolífera de Mexico con "países honestos" como Noruega. No parece casualidad que no haya mencionado al vecino del Norte, un jugador pesado en el negocio petrolero.

Notable la fascinación que producen los paises nordicos. Trump también dijo en su momento que preferiría recibir inmigrantes de Noruega.

Como sea la propuesta de Lopez Obrador generó de manera casi instantánea resistencias en la compañía. El respetado director de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta, rechazó en una entrevista con el Financial Times la propuesta y explicó que la actual situación en la que las refinerías no funcionan a tope de su capacidad es en rigor una estrategia deliberada que está dando sus frutos: "Por primera vez en una década el año pasado el negocio de la refinación nos dio ganancia -unos USD 2 mil millones".

López Obrador insistió en su discurso que pese a haber invertido unos USD 7.000 millones en modernizar la capacidad de las seis refinerías de Pemex, durante el sexenio de Peña Nieto, lo producido cayó drásticamente. "Fue por la corrupción", sintetizó.

Murrieta tiene una visión distinta. El ejecutivo explica que determina los volúmenes de refino en base a un modelo que cruza 16 mil variables, se requiere esta complejidad porque no todas las plantas pueden producir combustibles de calidad. "Si aumento el crudo en las refinerías y sólo produzco más combustóleo -un producto de baja calidad-, pierdo dinero y habría sido mejor exportar crudo e importar combustible", señala el ejecutivo.

En el entorno de López Obrador no niegan esto, pero explican que se trata en de una "decisión estratégica" del presidente electo de garantizar la seguridad energética de México y tener la capacidad de producir el combustible que usa el país, para asegurar precios bajos.

Esto es precisamente lo que preocupa al mercado que teme que esta decisión quite a Pemex recursos de exploración y explotación.

El analista Arturo Carranza afirmó a LPO que "coincido con la visión de Murrieta que no necesariamente producir más significa ganar más dinero. Si las plantas elevan su capacidad estaríamos produciendo combustóleo y eso le genera pérdidas a Pemex por que se venden a un costo mucho menor y por lo tanto distorsiona precios de las exportaciones de la compañía".

"También hay que considerar que la CFE era el principal comprador, pero ahora transita más hacia energías renovables", agregó el especialista.

Sin embargo, Carranza destacó que "en los últimos 20 años se ha dejado de invertir en el negocio de refinación de Pemex. En parte el argumento es que el presupuesto ha disminuido, dejó de ser la línea principal de su negocio y a eso se interpuso la crisis de precios de 2015 en donde todas las petroleras redujeron su presupuesto y se concentraron en Producción y Exploración. Pero históricamente el negocio de la refinación ha ido perdiendo presupuesto".

"Lo que busca el nuevo Gobierno es cambiar esa política e invertir. Lo cual también puede ser positivo, si se logra adaptar las refinerías para procesar crudo y elevar la cuota de petrolíferos de calidad", señala el especialista.

¿Pero no implicaría que Pemex incrementara sus pérdidas?

No necesariamente. Murrieta dice: "Con las herramientas que tengo estoy haciendo lo mejor posible", y eso es cierto, con un presupuesto muy limitado instrumenta una estrategia para generar mayo rentabilidad y creo que es acertada.

Mientras que con AMLO es: Invertiremos más para producir más. Pasamos de un modelo que busca priorizar la rentabilidad a otro que apuesta al aumento de la producción.

El problema de la financiación

Sin embargo, como en muchos de los megaplanes de obras públicas que ha anunciado, López Obrador no ha sido claro sobre de dónde saldrán los recursos para financiarlos, más que a través de un ahorro de gastos superfluos y corrupción.

Esto fue incluso reflejado en un informa de Moody´s que en distintos reportes a señalado que la refinación es un negocio mucho menos rentable que la explotación. "De llevarse a cabo los planes de estas refinerías, mismos que todavía no están confirmados, los indicadores crediticios de Pemex se debilitarían por el financiamiento de una inversión de este tipo con deuda, al mismo tiempo que se distraerían recursos que la compañía necesita dedicar de manera primordial a la producción de petróleo y gas", señaló la calificadora.

Carranza no puso demasiada expectativa en los ahorros anunciado. "Entiendo que existen nervios en el mercado, porque no hay una bolsa clara de recursos para financiar estos proyectos, ¿De dónde van a salir el montón de recursos?. Es cierto que con el recorte a gastos que superfluos algo se tendrá que generar, pero es poco probable que generes tal cantidad como para cubrir estos proyectos. No se ha explicado a detalle cómo pueden ser financiados", reconoció.

"En las cuatro acciones que nombró Andrés Manuel dijo que en dos años se contaría con una bolsa de recursos públicos para esta meta, que incluye las refinerías, la exploración y explotación, modernizar el sistema hidroeléctrico e impulsar energía verde. Habló de recursos por alrededor de 300.000 millones de pesos, pero no está claro de donde saldrán", concluyó Carranza.